- Tomando como base de partida el dominio de la forma, el oficio, el ingenio, la fe y la magia, la obra se consuma conforme a los procedimientos orquestados por el autor. Y en el caso del asturiano ARIAS tal hecho ya es imaginación y y memoria fermentada de deseos expandidos.
- Son muchos los artistas que entienden y asumen la aventura del arte como un viaje interior. Éste es uno de ellos, porque esos paisajes son producto de visiones estimuladas y destellos sensoriales, de un abanico de color que se niega a someter sin antes sufrir un proceso de transfiguración que le proporcione la impronta horizontal de una alquimia recobrada.
- O lo que es lo mismo, una elaboración sintética y sintáctica de exploraciones e intuiciones que captan la emoción plácida que genera la naturaleza y la vida, y el contemplar lo existente desde una creación plástica que lo invoque.
¿Sabes?
Me recuerdas a un momento,
no....A muchos momentos
que no pienso olvidar.
(Tomás Martínez)
- Haber nacido rodeado por paisajes casi vírgenes e impolutos, crecer y madurar entre ellos, volver siempre a visitarlos y habitarlos, deja huella en cuerpo y espíritu, que quieren absorberlos y aprehenderlos hasta formar parte de ellos.
- Tanto es así que la finlandesa PURANEN se propuso, a través de sus recursos técnicos, captar la esencia de esos parajes que, además de su gran plasticidad, resultan una incógnita de eternidad.
- Esos destellos de luz y sombra son como una metáfora metafísica de lo que es la naturaleza, de lo que es su ser y de lo que también implica un no ser. Cada obra es una plácida ventana a un ethos terriblemente sensible que en su mística creativa presiente la angustia de un fin no lejano, de una historia, la suya, a punto de derrumbarse.
Paredes afiladas.
Sombras en vértice
compran para mentir.
(Tomás Martínez)
- Hay ocasiones en que la pintura te señala sin identificarse. Tú eres ella y ella también es de ti. Y esa extrañeza se hace una realidad plástica que descubre escenas interiores impensables que se han buscado otras formas de vida.
- La caracterización cromática se diseña en capas afectuosas que incitan a la mirada tomar el rumbo que le señala, a navegar dentro dentro de ellas, pero divagando y surcando sus territorios conforme a unos ejes visuales que someten al espacio a sus despiadados devaneos.
- Para la francesa DELÈGUE el imaginario se orquesta mediante un operativo que encaja la fragmentación en su momento final, cuando llega la convicción del deseo y la pasión, cuando la culminación se ha consumado como el acto metafórico de la creación.
Suelo soñar,
aunque luego vuelva a despertar.
(Tomás Martínez)
- La francesa RENARD ha conseguido forjar su propio código, ese que se define como la relación entre los elementos de la expresión y las unidades del contenido. Para ello ha buceado en el horror del pasado y la ignominia del presente.
- Con lo que llega a una equiparación entre la actitud, la aptitud, la fuerza, la indignación de la forma, la frustración del color, el espacio masacrado, el canibalismo futuro, la paradoja entre lo humano y su bestialidad, la condenación y el tránsito divino e infernal.
- La infamia ya no es repulsión, sino belleza. Ya no es espanto, sino un tratado plástico para el que sepa ver y mirar. Es visualizar el pensamiento, hacerlo sentir y presentir, anteponerlo sobre la normalidad anodina y plantearlo como la alternativa vital más piadosa.
Los sueños son gemidos de fantasmas.
(Alejandro Schmidt)
- Soberbio dibujante el argentino TEDESCHI, porque esa ejecutoria convincente da a lugar a que su caudal imaginativo se exprese desde todos los focos e inflexiones, yuxtaponiendo, fusionando, dimensionando.
- Es un código que solamente exige una condición estilística en las distintas vicisitudes en que se ven envueltos sus criaturas, como que sean términos de los rasgos de una creación que se proyecta como la definición de unos bocetos esculturales.
- Como ha dicho la artista española Ana Laura Aláez, la creatividad, tanto la mía como de otros a mí alrededor, han sido mis alas en un campo de minas. En el caso de este autor, son alas de pensamientos de nobleza y excelsitud.
En el sueño que sueño que escribo
todos buscan diciembre, pero no llegan nunca.
(Rogelio Ramos Signes)
- Rociar, espolvorear, esparcir tenuemente. Pero hasta llegar ahí, probar, explorar, investigar, ensayar, escoger, indagar, bajo un fondo virgen que sepa absorber sin anular y sin omitir. Son fenómenos volátiles que conjugan la fusión de medios y materias, de pensamientos y premoniciones, proveedores de percepciones, en estado de presencia o de memoria.
Con ello su plástica se gesta como un quimera dinámica que es más huella que entidad, irradiación que organismo, atribuyéndose propiedades etéreas, casi espectrales. No tienen forma ni la necesitan al ser criaturas celestes e ígneas.
El alemán HEINZMANN hace uso de sus dotes de buen alquimista hasta propiciar unas creaciones en las que los procedimientos desembocan en un hablar con la luz, en un susurrar con el color y en un comunicar con las texturas, hasta que la mirada se vaya en tránsito con ellas fuera del soporte.
Pero ahora estamos dispuestos a a decir
sin malicia alguna verdades a medias,
mimetizados como estamos
con el tiempo que nos tocó vivir.
(Juan Carlos Moisés)
- Las referencias a la historia de la pintura y de la cultura por parte del belga ROEGIERS transcurren por toda su obra, si bien la influencia de El Bosco es fundamental para configurar un mundo plástico que no pierde ningún dictado del pasado para hacerse visible en el presente.
- Armado de unos poderes creativos y materiales muy sólidos, solventa los problemas pictóricos con una intuición portentosa y una imaginación que ha de establecer límites para sustentar una figuración tan precisa, monstruosa y formidable.
- Se trata de retomar, en estos principios del siglo XXI, la magia pictórica, la que nunca se ha perdido si al acercarnos a ella con expectación y curiosidad, la percibimos como propiedad renovada y acorde con el tiempo en que vivimos, ya que en muchos aspectos es inmortal.
Somos 50 poemas,
el resto no es nosotros sino la nada que nos viste.
(Artaud)