- El alemán TEXAS revierte los términos de la vida y para ello su imaginería perturbada enseña los dientes más afilados. Fustiga a una sociedad cuyos monstruos se han hecho poseedores de los cánones de la belleza y la ética. Y a partir de ahí todo se descabala.
- Sus obras y su alineamiento técnico-formal tienen la precisión de un bisturí y se atienen a las referencias de una época medieval contemporánea que trastoca principios y certezas. Con tal focalización se sacralizan la violencia, el odio, la lucha, la guerra y la muerte. El cromatismo negro es el rey caníbal que quiere absorberlo todo.
- Pero nos ampara la distancia, el espacio, la dimensión, así no podrán saltar y solamente querrán ser observados mientras juegan, ya que el trasfondo no es milenarista sino sencillamente la celebración de una diversión entre el pensamiento y la plástica, entre la plaga que nos llega y la locura que nunca se va.
Quien tiene el rabo de paja, no se arrime a la llama.
- La visión de la condición humana en términos de pérdida degenerativa es una de las prácticas artísticas contemporáneas que ponen de manifiesto una reflexión de la mirada interior que hace pie en nuestro fondo atávico.
- En el chileno LANGLOIS, tal como se aprecia en sus instalaciones de papel, cartón y madera, su convicción existencial va de lo patético a lo terrible, de la fragilidad al extravío, del dolor a una pasión autodestructiva. La estrategia visual no esconde ningún significado en tiempos de destrucción consumada.
- En los espacios utilizados y ajustados al medio, no hay alternativas a la náusea y al cierre definitivo de unas vidas condenadas, al final de un erotismo agotado y agobiado, a un respirar sin vías de escape. Participamos de una despedida anunciada que no deja rastro.
Quien de ajeno se viste, en la calle lo desnudan.
- Mario Perniola asegura que si existe un núcleo del arte, no hay que buscarlo en el sujeto, en el artista, en su deseo de expresarse y comunicar, sino en la obra, en su singularidad radical, en su irreductibilidad a una única identidad, en su carácter esencialmente enigmático.
- Al serbio OJDANIC, con su dominio del dibujo y de la expresión, le asaltan muchas dudas respecto a la dirección que debe seguir su pensamiento visual, porque lo corpóreo le incita a profundizar en su materia hasta alcanzar la plástica de todas las entrañas que afloran a la superficie.
- Está imbuido de temores, (¿quién no?), lo que hace que su obra sea más determinante y posea el cromatismo de la angustia, proyectando así un imaginario que marca toda su creación y su sentido de la existencia.
Para quien roba un reino, la gloria; para quien hurta un burro, la horca.
- Ha tirado la infancia por la borda y la ha vuelto a reconstruir con arreglo a su época, al fin y al cabo de lo que se trata para conjurar las pesadillas es hacerlas reales y explicarles que no están vivas, excepto cuando se quiere jugar con ellas. La francesa GRUSS, con la arquitectura simbólica de estas escultura, hace exorcismos para protegerse ella, mas a nosotros, espectadores, no nos pone a salvo.
- Lo que verdaderamente nos desconcierta de esta imaginería es que nace del subsuelo, del que se supone que no les gusta salir según sus mensajes de ultratumba. En contra de su voluntad, la artista los saca al descubierto porque considera que su belleza no puede estar encerrada y además es eterna.
- Por tanto, este repertorio de habitantes que a pesar de estar muertos perviven en la visión, forman parte de la luz del conocimiento, de la singladura del pensamiento y del temor postizo que significan en el transcurso del tiempo.
No hay peor burla que con el asno.
- ¿Momias desenterradas? Imposible, abren demasiado los ojos y parece que están hablando. Podrían ser espíritus carnales aborígenes, tribales, primigenios. O de hace unos trescientos años. El hecho es que a través del belga STROFF han encontrado un cuerpo y una manera de emerger.
- Mientras que como espectadores estamos orgullosos de nuestro concepto de belleza, estos seres nos increpan por nuestra falta de imaginación y escaso sentido plástico, pues son ellos los que se constituyen en símbolo de la muerte cuya belleza es sublime.
- No hay duda que estas esculturas encierran mensajes de otra dimensión y cobran significado en la medida de que nuestro asco se transforma y nos infunde otra universalidad del sentido de la existencia. Cuando seamos capaces de asimilarlo habremos alcanzado una visión inviolable.
Mucho sabía el cornudo, pero más el que se los puso.
- Siempre hay muchos pequeños invitados en la superficie, pero es difícil percibirlos porque se esconden entres tantas brumas. No sabemos si el serbio REDZEK únicamente quiere protegerlos o que la turbulencia o el oleaje pictórico los oculta.
- Quizás sea esa la definición de su empeño plástico, el que la fuerte pigmentación y texturización de sus obras sea el rasgo fundamental por el que debe apreciarse inicialmente su trabajo, independientemente de que en sus espacios haya un cierto descontrol para maximizar así sus opciones visuales.
- Al final con toda esa carga cromática indominable y barruntos figurativos, el hacer plástico que se muestra a la mirada es el sino de una creación constantemente en tensión por aspirar a englobar y totalizar el momento puntual de la inspiración.
La lengua no tiene hueso, pero corta lo más grueso.
- En muchos artistas abstractos el momento inicial marca todo el desarrollo de la obra, incluso antes, pues las opciones que surgen son innumerables dentro del intelecto, ya no en las posibles o imposibles formas, sino en la ejecución de un ideario que no baraja definiciones concretas.
- En este caso, el croata JERICEVIC confronta su ánimo explorador con la superficie, a la que desea darle la creatividad necesaria en orden a depurar a través de los trazos cromáticos la estrategia visual que es el objeto de su búsqueda.
- Y lo que hace dejando que la virginidad del blanco tenga su espacio como fondo en el que se desarrollan y desenvuelven los efectos de un misterio que no tienen más fin que el de sí mismo, el que se encarga de dotar a nuestra mirada de esa condición de la pintura.
El hijo de puta, a su padre saca de duda y a su madre en disputa.