CHRISTIAN D´ORGEIX (1927) / SIEMPRE QUE DUERMO, SUEÑO

• Balthus era más que un tipo peculiar y gran artista, como lo pone de manifiesto su pensamiento sobre la pintura: "la pintura requiere una exigencia enorme que la sociedad moderna ni se imagina." Y además de eso añadía que le parecía ridículo y superfluo tratar de explicar la misma con la palabra. No obstante, él  podía tampoco refrenarse en lo relativo a este consejo. 

•  El francés de D´ORGEIX, encuadrado en el movimiento surrealista, es el autor de una obra brillante dentro del contexto de su época, conoce todas las opciones y las hace suyas dentro de un imaginario muy atento a los aspectos formales en cuanto origen y concepción de un mundo simbólico onírico y mixtificador.  

 El pensamiento, por lo visto, tiende a hacerse sangre. Por eso pensar es cosa tan grave, o quizá es que la sangre ha de responder del pensamiento.
(María Zambrano)

EDGAR ENDE (1901-1965) / DESPUÉS DE TU PRIMERA OBRA NUNCA VUELVES A SER EL MISMO

•  Hay algo o todo del terrible destino de Alemania en la Segunda Guerra Mundial en la obra de ENDE -no confundir con su hijo, el escritor-. Es un sueño en imágenes que se transcribe en el espacio, que se hace real y viene a cobrar su auténtica dimensión en la soledad y la muerte.  

•  Se le asocia con el surrealismo, pero ya se sabe que en cuanto se acuña un término, la gente intenta aplicárselo al mayor número posible de artistas. Craso error. Porque la pintura, se someta después al tipo de escrutinio que se quiera, empieza en el momento en el que se mira el mundo de una forma distinta. Y eso es lo que ha hecho este autor.  

 O, ¿sería utopía en España, esta voluntad de convivir?
(María Zambrano)

YAHNE LE TOUMELIN (1923) / LOS SENTIMIENTOS NO ME HACEN CASO

•  Balthus no se cansó de decir que "la pintura es conocer secretos, caminos ilegibles, profundos, lejanos. Inmemoriales. Acercarse, pues, al oscuro misterio de la misma cuya revelación es algo lenta y aleatoria". La francesa LE TOUMELIN trabaja su obra con la parsimonia que requiere su pigmentación y en función del estado de ánimo que día a día la sostiene.

•  A esa abstracción quiere señalarla como su destino individual, sin que al saltar de un lado a otro de la superficie augure obsolescencia, sino un dinamismo creativo que aúna investigación, técnica, expresión y emoción. Los vertidos cromáticos campan a sus anchas, pero desde un designio que construye por detrás y los organiza en una unidad que confronta a la mirada para que sea receptora de su intimidad.      

 Sólo ciertas compañías humanas la dejaban aislada, más que sola, y por eso le resultaban insoportables. Y se quedaba sin habla.
(María Zambrano)

OCTAVE LANDUYT (1922) / AHORA SÉ QUIEN SOY

•  Cuando bajé avisté las sombras que erraban tristemente ante las puerta del reino de Hades, pero emprendieron la huida al  ver carne y sangre vivientes en figura humana; sólo se mantuvieron firmes la gorgona Medusa y el espíritu de Meleagro.  

•  Yo creo que el belga  LANDUYT las transfiguró plásticamente -eran su obsesionante fantasía y realidad-porque las almas de los difuntos no son sino sombras huecas, invulnerable a la espada y al cañón. Con su nueva metamorfosis agonizan mirándose al espejo, embelleciéndose en el horror.

•  Este planteamiento por parte de este artista tiene el instinto celebrando un frenesí que le aguarda en el momento de su extinción, pero cuenta con que cada cuadro, igual que a Balthus, le enseñe a rechazar la rueda frenética del tiempo. No corre en pos de ella no sea que le haga saber su secreto.      

 Basta amar de verdad a alguien para que sepamos de lo corruptible, de nuestra condición.
(María Zambrano)

NATHAN OLIVEIRA (1928-2010) / ME HABLAN Y RESPIRO

•  Balthus era tajante cuando machacaba en lo de que "sólo hay una pintura en esa travesía, en esos pasos entre las civilizaciones, en esa búsqueda metafísica. Si no es así, no hay pintura. El norteamericano OLIVEIRA lo ha pensado cada vez que ve a un ser humano y con él todo lo que le sobra. 

• Al despojar a esas figuras de su coartada les mantiene la sustancia que les diferencia en forma de color, les dota de una hibridación de la que han prescindido hasta ahora, les esquematiza y enfatiza, hasta que su creencia quede expuesta en una plástica que les proporciona la abstracción que engaña.  

 Vivos vemos a los otros, estamos en comercio continuo con la realidad o con sus sombras, llenos de ideas, imágenes, anhelos.

(María Zambrano)

 

ENGELBERT VAN ANDERLECHT (1918-1961) / NUNCA ME HAN TRAICIONADO

• En ocasiones el lienzo, al principio, desnudo y virgen, conlleva más que un silencio pero no una meditación, después miles de interrogaciones y el pensar que si hay contradicciones, éstas sólo confieren libertad a la obra de arte. El color, la mezcla, la pigmentación sutil o vomitada con toda la fuerza del gesto y del hecho emocional empieza y no quiere terminar. 

• Incluso, al final, las certidumbres en lo expresado llegan a su culminación cuando el significante son esos trazos llenos de vida, colmados de vivencias, coraje y experiencia, como aquélla de la que hablaba Karen Apel respecto a la ejecución pictórica, cuando la consideraba tangible y sensual, un estado intenso de emoción engendrado por la alegría y la tragedia humanas.   

La tragedia única es haber nacido. Pues nacer es pretender hacer real el sueño.

(María Zambrano)

JOHN WALSH (1954) / NO PODRÍA MORIR SIN ENSEÑARLOS

• Soy de lo más transparente cuando llego a compartir la afirmación, casi el axioma, de que una representación integral de la realidad incluye tanto lo fantástico y lo imaginario como lo real y racional. Porque dentro de lo figurativo más sistemático todo aún es posible.  

•   El neozelandés WALSH es un creador que dotado de un gran código de señales -como me ha explicado mi gran amigo y filósofo Álvaro Sánchez- ha hallado lo primigenio en el origen mítico, ha dejado que se expresase, y después lo ha traído hasta nosotros con el fin de deslumbrarnos con su conocimiento a través de un portento pictórico que armoniza la forma, el color y un universo que nos inunda la visión.   

•  Alguna vez me pregunto que haríamos sin ese delirio visivo, sin ese prontuario entre lo real y lo irreal, sin esa dimensión que reclama una plenitud que nos arrastra hacia un interior pensativo que constantemente nos define según una limitación del ser y su desengaño. 

 Se muere juzgado, sentenciado a aislamiento por el "otro".
 (María Zambrano)