- Como preámbulo hay que decir que ya Platón y Aristóteles entendieron el arte, la techné, como un puente entre la ciencia y la experiencia.
- Y, después, a principios del siglo XX los neoplasticistas, los suprematistas, los constructivistas y los futuristas tomaron el conocimiento científico como la referencia básica para generar una nueva estética del hombre, basada en una formulación teorética proyectada en el campo de una acción espacial y cósmica.
- Stelzer afirmaba que el arte nuevo viene del futuro y lo anuncia, que la actividad creativa se convierte en aventura, en experimento y que toda obra ha de ser innovación.
- Al argentino KOSICE, cofundador del movimiento Madi, lo tienen como un precursor del arte cinético y lumínico, y lo cierto es que viendo su trabajo se perciben otros significados vivos en el espacio, arcos iris maravillosos y signos de escritura luminosos.
- Con la utilización de medios de la técnica moderna las ficciones toman la singladura de un viaje lunar, explorador de sensaciones visuales que enmarcan una fecundidad saturada de luz y encuentros, de citas con la inmensidad ingrávida que empieza a ser desvelada.
- Entonces, sí que es manifiesto que la huella del ver lineal es necesaria para la irrupción del ver que desordena y corta, que sueña y desnuda la órbita.
- Verdad es aquel error sin el cual una especie no puede vivir (Nitzsche).
- Es ya un tópico insistir en que el argumento básico de la modernidad y de lo contemporáneo es una ruptura con los valores estéticos del pasado occidental (Moreno Galván).
- Tanto es así, que el venezolano BRINES plasma su versión irónica, falsamente infantil y descorazonadora por la falta de confianza que le puede brindar un manual de dibujo, o de los horrores si se prefiere, pues tales reglas le incitan a operaciones caducas, que empeoran la forma de trasvasar los vestigios. Lo que hay que hacer es confinar los procedimientos, buscar las espontaneidades, las inocencias seniles que tienen veleidades virginales, los trazos gordos y monstruosos.
- Por lo tanto, plantea una obra que bebe y se nutre en los escenarios visuales de la escuela, del barrio, de la calle, de los guetos. No la capta en toda su pureza, que sobra y no está suficientemente corrompida, sino que la ejecuta bajo una formulación concreta, derivada de una concepción de la plástica que adultera lo perdurable, que es lo que no se requiere de una realidad que grita de lo sorda que está.
- Pertenecer sí que nos pertenece, comunicar sí que nos comunica, mas no es comida de hombre, es sospecha, eso sí, de hombre y de todo lo que se le parezca.
- Amanece
- Turbio.
- ¿Todo resurge en un suburbio,
- En un martes, en un trece?
- (Jorge Guillén).
- Dicen que esas fuerzas simbólicas llamadas deseos salen de la periferia del ser. En el centro no hay nada, ni espíritu ni sulfato de potasio.
- En consecuencia, si en relación a la obra de la vasca ALAEZ ponemos juntos el mito y el logos, podemos estirar el argumento hasta situarlo en el infinito del centro, ya de la nada o del todo. ¿Quién da mas?
- ¿Alcanzaría la disputa los términos en que se produjo en el I Concilio de Toledo? San Elipando, el arzobispo, se dirigió a San Beato de Liébana llamándole borracho y farsante. Pero éste no se quedó corto y le replicó tildándolo de cojón del Anticristo. ¡Joder con aquellos Santos y con la autenticidad de aquella época! Ahora son más hipócritas.
- ¿Esta propuesta posmodernista, maquillada de diseño y marketing, se ofrece como aquello que se acaba? ¿Es todo lo que se termina? De ser así llegaría a ser innombrable excepto en lo del yo, en lo de que soy una artista que se pretende como un ego más que polisémico.
- ¿O lo único que quiere es encandilar, seducir, conquistar? ¿Así comienza el ejercicio de venderla? Entonces no es necesario comprenderla, con lo que supuestamente lo haga la secta más rica que puede comprarla ya es suficiente. Glamour y chillidos y dinero.
- Y mal olor porque de todas esas piezas tiene que salir una fetidez creativa, una pestilencia que impregne al espectador, pues es así como ha de calar en su cuerpo, somatizarlo y después hacerlo víctima de una afección visual insoslayable. Lo propio, en tal caso, es una huida rápida para no contraerla.
- Una abadesa quería desterrar del rezo lo que no sonaba bien:
- "No digáis Domine meo, que es un término muy feo; decid Domine orino, que es un término muy fino".
- ¿Dónde he penetrado? ¿Acaso estoy turbando la paz de estos seres esqueléticos? ¿Quién mira a quién? Soy un extraño entre ellos, un organismo de piel, carne y sangre que no encuentra la verosimilitud que encarnan, esa distancia entre el yo y el tiempo, entre ésta y otras vidas.
- Ante esta exhibición es cuando nos damos de cuán notoria es la sed omnisciente de lo contemporáneo, no puede haber parangón que se le resista, tiene que rebasar los máximos y escalar por los cementerios.
- La visión de estos bufonescos entes nos ayuda a calibrar nuestros miedos, lo convencional de las propias premoniciones, la sensibilidad respecto a la naturaleza visual de lo que nos angustia. Y también a determinar la espesura o ligereza de lo teórico, el imaginario que idea, conforma y refunda una nueva tesis sobre el alarde estético, la introducción de otro tipo de alegorías y mundos de incubadora.
- Por último, si nos centramos en la anécdota podemos afirmar que la obra del portorriqueño AGOSTO obtuvo su pequeña gloria: uno de sus especímenes mostrado en un pueblo de Jayuya causó tal auténtico terror que sus habitantes creyeron que había aparecido el "chupacabras".
- Y por la carne acude el alma y cesa
- La soledad del mundo en su lamento.
- (Jorge Guillén).
- Raúl Eguizábal ofrece una magnífica síntesis sobre una cuestión muy debatida:
- "El artista sufre, sin saberlo las más de las veces, su propia crisis: la que surge de una absoluta contradicción entre su identidad, entre una autoimagen heredada del Romanticismo (como elemento que se opone a los poderes dominantes) y una situación confeccionada de los mercados, de los massmedia y de las modas. Al igual que de los políticos, de los artistas ya no esperamos más que el que nos diviertan con sus astracanadas".
- En el caso del filipino CRUZ, la transgresión es un correveidile sin mayor trascendencia que la que él cree que es. Una simbología religiosa a la que se pone a prueba con marchamos escatológicos, y cuyos significados obtienen la impostura de significantes. ¿Qué es lo quiere remarcar? Que la figura de Cristo asumió la condición humana. Con ello no descubre nada nuevo, pues ya lo dijo San Pablo: "Cristo se ha hecho pecado".
- Y además para que una instalación de estas características tenga el éxito de las lenguas ofendidas y alborotadas, han de mostrarse y exhibirse los dichosos penes. ¿Qué haría sin ellos? Son los únicos que sirven a estos fines seudosemánticos.
- Pero lo superficial y banal carcome todo el edificio que se considera ingeniosamente levantado. Es un nihilismo gotoso, sin ferretería ni ideario estético, una acumulación grotesca, leprosa, hambrienta de una efímera gloria y de un concepto átono y estreñido.
- Si hay un componente de lo contemporáneo o posmodernista desde hace siglos, ese es el faraón Menopto, rey de Egipto en el siglo III antes de Cristo, que, tras vencer a los sirios, ordenó mutilarles, reuniendo así trece mil miembros como trofeo de guerra. Un fascinante museo, aunque demasiado formalista, diría yo.
- En estas instalaciones del cubano GARAICOA no sabemos en qué tipología de lugar nos encontramos cuando estamos en medio de ellas. Reina la construcción en sus aspectos más centelleantes y una luz incisiva se introduce como parte básica de un hecho que está esperando ya la última determinación: su asentamiento y ocupación.
- Las condiciones, fijadas en una escala de lo posible utópico, están dadas, precisadas en su composición y organización, en sus estructuraciones visuales, en su constelación gravitatoria, tan crudamente impensables como físicamente accesibles.
- Plásticamente conjuga las dimensiones requeridas para el logro de una definición visionaria, prototipo de espacios aptos en orden a una realidad que pueda vivirse, madurada tanto en sus perspectivas como en sus combinaciones.
- Por tanto, una plasmación rica en significantes que arrastran significados consecuentes sobre la integración artística de materias, planos, ideas, modelos y tesis vertebradas e incitantes.
-
- Honda acumulación está por dentro
- Levantando el nivel de una meseta,
- Donde el presente ocupa y fija el centro
- De tanta inmensidad así concreta.
- (Jorge Guillén).
- Es un mundo de símbolos, de redes y bucles de retroalimentación, de conexiones e interacción, cuyas fronteras se esfuman, donde todo lo sólido se desvanece en el aire (Jeremy Rifkin).
- Es un planeta de atávicas creencias, de fes heredadas al servicio de dogmas o intercesiones que no imparten la gracia, únicamente la consumación del sacrificio y la sangre.
- Conforme a esos términos se confabula la leyenda, se erige el rito, se postula la gracia, que el cubano BEDIA concibe como una alquimia plástica y una síntesis evocadora y convocada a un festín de sombras.
- Las cualidades intrínsecas y extrínsecas de su obra son la constatación de que las superficies han de utilizarse para grabar esa señal que nos permite afrontar una realidad formada para la liturgia y la ceremonia, que no son triviales y aparentes sino consustanciales a las visiones íntimas y deliberantes.
- Por eso, ha de conciliar la esquematización y estilización precisas que le dé licencias sobre como aproximar los relatos de antaño, como estrujarlos hasta la consecución del éxtasis liberador. Lo que hace sin parsimonias, con el imaginario dando vueltas y adelgazando las trascendencias innecesarias.
- Un artista que no entiende de rodeos y que se apoya en historias que le conciten imágenes de memorias insepultas, las mismas que cuentan los muros de una piedra secreta.
- El planeta invisible
- Gira. Todo está en curva.
- Oye ahora la sangre.
- Nos arrastra una altura.
- (Jorge Guillén).