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9 de abril de 2009

RENÉ MAGRITTE

Después de haber entrado en vivo en la exposición de Francis Bacon en el Prado, uno queda desvestido de sueños, casi muerto y con la mirada ciega. Ya no es posible más que levantarnos sin vernos, cercados por una oscuridad de nazarenos, y aunque acercábamos nuestros rostros cubiertos nos era imposible reconocernos.

  • René Magritte, el gran artista surrealista belga, postuló una obra de hallazgos visuales ilimitados pero siempre teniendo a lo terriblemente humano como lo posible en una realidad sociotemporal imposible.
  • Su modernidad nos llega hasta hoy porque su autenticidad nunca ha sido puesta en duda y también es indudable que su escenografía plástica multiplicó microcosmos construidos en un perfecto ensamblaje de imágenes, espacios y tiempos.
  • Nos deja ver su hermetismo con la ironía de quien conoce el secreto vacío, ése que guarda una melancolía pura a la que presta un derroche óptico para evitar su extravío.
  • Nos visita Albert Camus en el malecón a mi amigo y pintor Humberto Viñas y a mí, y nos explica que no basta con vivir, nos hace falta un destino. Nosotros le respondemos que el nuestro ya es historia pasada, por eso estamos aquí esperando la muerte que acaricia entre ola y ola una tristeza que ya no nos abandona.

7 de abril de 2009

Blogger Buzz: Show off your Followers

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MARKUS LÜPERTZ


Ya hemos dejado de ser guerreros, únicamente servimos para representarlos en sus tristes lechos y exponerlos, con toda su gloria pasada, ante la contemplación pública.

Markus Lüpertz, el escultor y pintor alemán, así lo ha hecho. Y no hay lamentos y sollozos por una inmortalización de un ser que finalmente perdió su naturaleza pero ganó un icono con el que celebrar la gloria de un funesto pasado.

Sentimos la fuerza de sus miembros y el patetismo de su cabeza, cuyos ojos a punto de cerrarse quisieran ver más allá de un futuro. Pero tal espejo no existe aunque su aparente forma esté ahí para confundirte.

Hoy el malecón estaba sumido en un éxtasis voluptuoso y al mismo tiempo bajo un espíritu adverso. ¡Esclavos, nos increpa él a mi amigo y pintor Humberto Viñas y a mí, el porvenir es la única especie de propiedad que os concedo de buena gana! Entonces, nos dijimos nosotros, es que ya no hay. El maldito farsante ya nos ha vuelto a engañar.

VIVENCIAS PLASTICAS

Noticias sobre Arte y Cultura: Boletín masdearte.com/no. 321 Madrid España

Arte desde Málaga: "Vincent Van Gogh"

Arte desde Málaga: "Vincent Van Gogh"

6 de abril de 2009

ALBERTO MAGNELLI


Alberto Magnelli, artista italiano que estuvo vinculado a Kandinsky, me permite ver en su obra lo que quiero ver.


Los planos no se confunden pero se penetran unos a otros, se dan vida siendo tan heterogéneos, y se cubren o se descubren con un cromatismo que es la sangre que los hace salir de su geometrismo impávido.


El pintor no les obliga a renunciar a su anatomía desordenada porque su disposición guarda fidelidad a una lógica interna que no tiene necesidad de revelarse.


No se necesitan ni códigos ni gramáticas, sólo un alfabeto que sepa conciliar un mundo de formas que se desean y precisan la compañía unas de otras.


Magnelli así lo ha entendido y así nos lo ha propuesto. Y si hay alguna frontera en nuestra percepción será la que miopemente establezcamos nosotros.


Cabalgábamos mi amigo y pintor Humberto Viñas y yo sobre unos ponis locos instantes después que nos habíamos dormido en un malecón que hoy estaba insomne y vengativo. Nos despertó un viejo de huesos carcomidos recién salido de la tumba que se anunció como Joseph de Maistre. Fijando sus cuencas vacías en nuestros ojos, nos dijo: "la tierra no es más que un altar inmenso en el que todo cuanto vive debe ser inmolado, sin fin, sin medida, sin descanso, hasta la consumación de las cosas, hasta la extinción del mal, hasta la muerte de la muerte". Después de eso ya no pudimos dormir durante varios días, nos quedábamos escuchando un amanecer que renegaba del momento en que decidió haber nacido.


3 de abril de 2009

ROBERT THERRIEN


Si el arte es un prontuario a descifrar, esta obra de Robert Therrien es su perfecto ejemplo, incluso va más allá.


Símbolo, jeroglífico, signo, o lo que sea, reduce el diálogo a lo mínimo, es decir, a encontrar una llave que abra una supuesta puerta. Nada más requiere.


¿Es suficiente? Sinceramente no lo sé. Yo no entreveo ninguna poesía visual aunque lo he intentado desde una posición remota. Y, en cambio, sí que conservo la intriga de lo que hay detrás de esa cerradura, si es que lo es, pues no dejo de pensar que es la pura nada de la que estamos hechos y en la que ya no queremos volver a mirarnos.


Quizás necesitemos ejercicios de introspección para encontrar en nosotros mismos las respuestas a este desafío estético. Yo, no obstante, me abstengo, no encuentro al padre espiritual adecuado.


Mi amigo y pintor Humberto Viñas y yo nos pasamos toda la noche en el malecón pensando en despojarnos de los Cuatro Viejos. Comenzamos por las viejas ideas que están demasiado ajadas y ya nos no sirven; después por la vieja cultura que, excepto algún desnudo, nos aburría; luego las viejas costumbres que siempre acababan en la cama y algunas veces debajo de ella; y al final los viejos hábitos que nos colgaban miserables pidiendo limosna. Teníamos que empezar algo nuevo en tanto la rumba bailase y el ron alumbrase las cenizas del alba.

UMBRALES INCIERTOS