Wikipedia

Resultados de la búsqueda

11 de enero de 2009

PIRANESI / CÁRCELES


Las cárceles de Giovanni Battista Piranesi, el gran grabador italiano, son presentimiento y ocultación de nuestros propios crímenes inconfesos, son nuestros presidios cerebrales y emocionales.


Y lo peor es que nos hemos acostumbrados a habitarlas, a subir y bajar sus inmensas escaleras, a jugar por sus puentes, pasadizos y torreones, a probar sus artefactos de tortura, a regocijarnos con su atmósfera majestuosa y sombría.


En ellas todos somos criminales que nos vemos agraciados con ese encierro eterno, en que esos pétreos muros son los límites de una conciencia que si quiere evadirse, lo que no ocurre nunca, es para escapar de sí misma.


Pero no hay escapatoria posible, el laberinto penitenciario no puede traspasarse, lo mismo que nuestra condición humana no puede acudir a la luz cuando ésta estuvo apagada siempre.


Mi amigo Humberto y yo nos sentimos derrotados por un malecón cuyo vicio es poseer voluntades parcas para someterlas al espejismo de una abundancia que ya dejó su presente mortal pintado en el muro: coronas de fuego para los que presa de la angustia no quisiesen perder tiempo.

7 de enero de 2009

FÜSSLI / PESADILLA NOCTURNA


Füsli, precursor del romanticismo, nos legó esta pesadilla nocturna para que nuestra fantasía no estuviese meditando en quimeras utópicas, que en la realidad se hacen ilusiones imposibles.


Este artista suizo, en esta obra, nos devuelve el auténtico ensueño que no nos atrevemos a confesar. La fealdad, el horror despiertan ante el sueño de la belleza. Son sus vástagos, que la utilizarán y derrotarán y entonces fraguaran con ello un mundo de mayor iniquidad pero también de gran libertad.


La blancura de la divinidad contra las tinieblas de la posesión, pasión de vida sin límites, en definitiva, pasión por la creación de un ser ambivalente que postule su propio destino entre la monstruosidad y el esplendor.


Mi amigo Humberto me ha vuelto a dejar, se ha enclaustrado en las mazmorras en las que se remiendan cuerpos y se cortan almas. Con un pincel muy fino, cose desgarrones, heridas, llagas, que envueltas en el lienzo, forman una ciudad afligida y un malecón absorto.

JACOB LAWRENCE / COSMOS


El más popular artista afroestadounidense, Jacob Lawrence, ofrece, en esta obra, con una economía expresiva de contenido cromatismo, la evocación de un cosmos que demuestra con esa derrota la pérdida de su lugar en el tiempo, no así en la rememoración histórica.


La plasticidad de la obra es una narradora más incisiva, elocuente y viva que su relato en palabras esquilmadas por la vacuidad de su repetición.


Y por eso nuestra mirada se ha quedado inmóvil y rechaza el sentimentalismo inútil de la impotencia, para fortalecer su visión con la fragilidad de una pintura que no está rota sino sembrada de vida aunque ésta se haya derrumbado en el camino.


Mi amigo Humberto y yo merodeamos alrededor del malecón en busca de perspectivas que nos permitan abordar su inmortalidad pictórica. Mas no encontramos la posición adecuada ni la atalaya apropiada, siempre hay una bruma de cadáveres y difuntos que enturbian la claridad de un anochecer con llantos y redenciones.

6 de enero de 2009

ARCIMBOLDO / EL DUELO


Arcimboldo era un artista lúcido, pesimista, irónico y genial. Y como buen profeta vaticinó a través de su obra que la belleza no tenía don, que era el espíritu tortuoso del hombre el que la devoraba. Nadie lo entendió. Quien iba a creer que la magnificencia era excelsa en su fealdad.


Nuestra metamorfosis es vomitiva, engulle para la muerte, fagocita, destruye, y cuando ya no somos nada nos quedan reflejadas para siempre las imágenes en los cuadros de este artista italiano, tan poco reconocido en su tiempo. Él fue un auténtico creador porque halló lo que otros no pudieron y cuando lo encontró no quisieron mirarlo, sólo lo admiraron los que como él sabían lo que había detrás de esa humanidad tan estúpida y glotona, tan avariciosa y cruel.


El malecón, finalmente, nos ha dejado salir a mi amigo Humberto y a mí después de tantos ruegos y suplicaciones. Nos quedamos pensando ensimismados si no sería una venganza por no haber sabido encontrar el medio de llegar a pintar una vanidad herida por tanto desamor. Es posible que así fuera pero eso ya no tenía remedio. Nunca se amó a sí mismo y ahora era inútil que se quisiese venerar.

5 de enero de 2009

ROBERT MOTHERWELL / SIGO SIN RESPUESTAS


La muerte sigue sin cobrar la pieza. Disfruta acechando, vomitando flujos de confusión y de falsa cordura, atenta al momento que ella cree definitivo, con el fin de obtener la máxima vehemencia y la más negra intensidad.


Pero entretanto, uno se acuerda de lo que dijo Durero, aquello de que "tan firmemente está atrincherada la oscuridad en nuestro espíritu que aun a tientas nuestra búsqueda fracasa".


Y a ese respecto hemos de señalar que Robert Motherwell, el artista estadounidense que tan vinculado estuvo a la España derrotada, no encontró ni rastreó sino que hizo que el espacio estuviese marcado por los signos de un territorio masacrado, por caracteres y atributos que no adquiriesen la expresión justa, la que viene a los labios en el momento de mirar. Al contrario, persiguió que la textura tuviese un emblema repetido, que se hiciese proclama, arenga, derramamiento de una razón que hace de lo visualmente intransferible un mensaje transmisible. A mí me llegó y así lo hago constar.


Mi amigo Humberto y yo, paseando a media noche por donde acostumbrábamos, no nos dimos cuenta que el malecón, traicionero, había instalado alambradas y rejas y nos imposibilitaba toda vía de salida. Sus fauces estaban hambrientas de víctimas, nos gritó. Pero nosotros, desesperados, le chillamos que por mucho que las destruyese , las víctimas continuarán siendo seres humanos para toda la eternidad (Vasili Grossman).

23 de diciembre de 2008

LUCIO FONTANA / HERIDA


Es una herida que nunca cicatriza, que nos acompaña hasta la muerte sin ser ella la causante de la misma.


Lucio Fontana, artista italiano nacido en Argentina, impulsador de un movimiento que se denominó espacialismo, no ocultaba sus intenciones en cuanto a transferir la violencia al lienzo con el fin de que la afrenta infligida constituyese un manifiesto antiestético sin dejar de ser un objeto plástico.


Del corte no fluye sangre ni vísceras, sólo una inaccesible quimera sobre lo que hay detrás o deja de haber. Una ironía en que la mirada rebota hasta hacerse mediadora de la simulación, ya que no hay otra lectura, sería imposible conciliarse con ella.


Yo me despido del malecón y de mi amigo Humberto por unos días. La muerte, tierna en su agobio, vigila de cerca a mí y a los míos, y estamos tratando de escapar aunque sabemos que es inútil. Ya cobró a tanto la pieza por uno de nosotros. Por lo menos le llevo ron para nos haga el tránsito más fácil.

UMBRALES INCIERTOS