18 de abril de 2022

BONY RAMÍREZ (1996) / DIVINAS PRESENCIAS

  • Tomando la referencia de Pareyson, se puede decir que la humanidad y la espiritualidad de un artista no se representan en una materia, convirtiéndose en líneas y colores, porque el arte no es representación ni formación de la vida de una persona. El arte no es más que representación y formación de una materia, pero la materia se forma de acuerdo con un irrepetible modo de formar, que es la espiritualidad misma hecha estilo.  

  • En este saber formar está hecha la obra del dominicano RAMÍREZ, cuyos ingredientes se remiten a herencias culturales europeas transmutadas en caribeñas, en experiencias vitales de unas criaturas que se muestran desnudas, carnes mestizas y ojos que se escrutan entre el pasado colonial y el presente imperfecto.   

  • Lo voluminoso aflora en cuerpos que se destinaban a ritos y símbolos que marcasen su destino con la fuerza nutritiva y exuberante de una biología con historia, de una anatomía para no desaparecer.  


  • Si este Dios se cansara de nosotros,
  • y si este Dios tan justo nos odiara,
  • seríamos la especie
  • miserable y rugosa, torpe, suicida y ciega,
  • degenerada y criminal, maldita,
  • que es la raza humana.

  • (Justo Jorge Padrón) 

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