12 de mayo de 2020

YANG SHAOBIN (1963) / VÍCTIMAS O ASESINOS


  •  En un siglo XX tan cruento, especialmente en China, porque en ninguno de sus momentos de ese tiempo hubo ni siquiera una ilusión de convivencia pacífica, SHAOBIN se centra en representar esa realidad como si fuese la existencia de un infierno que nos encontrásemos en la calle.   


  •  Aunque en sus obras -pinturas y esculturas- utilice el tono frío de un narcótico esponjoso, semejante a una radiografía de la impotencia de la violencia de cara a un significado que haya que torturar, la conmoción ante su presencia nos transforma la bilis para hacer de ella nuestro sino.     


  •  Son metáforas de un aullido que se oye durante todo el día, así como el olor de una sangre que está siendo derramada con el vértigo de la matanza que no cesa, que es más fuerte que lo divino o la idealización del paradigma humano de la reconciliación. Las huellas de plasma no hay quien las borre.   

El dolor duerme con las palabras, duerme, duerme.
Él duerme añadiéndose nombres, nombres.
Él se duerme hasta la muerte y hacia la vida.

(Paul Celan) 

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