- Haber nacido en Cataluña en 1936 como le ha pasado a MENSA es un signo definitivo que vaticina una mala hostia corrosiva, pero si encima eres un gran creador la mala befa se descarga como un pandemónium levitante.
- No hay nada canonizado en sus obras, ni estilos, ni corrientes, ni la madre que los parió, solamente el fervor plástico insolente e impío de un artista genial que cuando se encara con el lienzo vomita a la perfección toda su burla, su sarcasmo y escepticismo.
- Su imaginario es portentoso y desencadena el conjunto de sus imprecaciones e improperios con una pintura educada, bordeando lo sublime, configurando maldiciones desde un púlpito bajo tierra, proclamando el advenimiento cenagoso de la muerte.
Conmociones, convulsiones, mudos
triunfos de recordada
medianoche y noche.
(Paul Celan)
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