- El malogrado artista tinerfeño, CÁNDIDO CAMACHO, fue audaz y resuelto, y afrontaba la complejidad de su proceso de gestación desde la observación y la reflexión, apoyándose en un gran dominio técnico y conceptual de los elementos pictóricos y materiales.
- Su pintura, armada y continuada en estrecha unión con el soporte y marco, conformaba un denso modo de hacer, un imaginario que se espesaba y se deconstruía para ofrecer mayor relieve y profundidad.
- En su obra resuenan ecos de un sentido creativo y existencial, de un relato que tiene sus fuentes en la historia y en el análisis actual de una realidad que se puede mirar y tocar digitalmente en ese magma cromático, que parece estar revelándose siempre y por sorpresa.
En el silencio
las palabras pesan
pesa el aliento
pesa tu mirada.
(Odalys Hernández)
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