- Estamos ante una obra, la del brasileño COSTA, que debe mucho a la espontaneidad, pues en la creación artística la espontaneidad responde a un empuje instintivo previo a toda reflexión. Ahí es cuando comienza a revelar, a través del medio plástico, los elementos del imaginario personal o colectivo acumulados en ese hecho visible que es la obra.
- El dibujo y ese alumbramiento líquido, que es un cromatismo sensiblemente expresivo, pero casi indomable, nos enmarca una visión en que la naturaleza humana está sometida a su propia y cruel condición, que busca otros espacios y otros ámbitos aunque su esperanza está muerta y su habitabilidad destruida. Lo que significa que esa realidad nos concierne a pesar de que sintamos la añagaza que de que se encuentra plasmada afuera y nunca nos abordará dentro.
(María Zambrano)
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