16 de junio de 2016

GABRIEL GIUCCI (1987) / A LOS CORRUPTOS HAY QUE VERLOS ASÍ

  •  Al norteamericano GIUCCI se le ocurrió dar carne y forma a los espíritus de la corrupción. ¿Qué mejor entonces que estos vomitivos brasileños? Encarnan la incertidumbre malévola de nuestra falta de convicciones.  
  •  Sus rasgos faciales expresan una deformación acentuada de tantos años convirtiendo su naturaleza en sustancia degenerada, podrida y maloliente. El autor pinta con la verdad no con la caricatura.  
  •  MILLARES señalaba que una fuerza constructora-destructiva habría de barrer lo que, en realidad, no es más que basura y mierda elevadas a categorías despóticas, sólo devendrían así los nuevos vocablos del mañana.  
  •  Si tales obras sirviesen para ello tendríamos que admitir que este artista lo ha conseguido con la perspicacia de unas fisonomías que son verificaciones plásticas del mal que habita entre nosotros.

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