16 de septiembre de 2008

HOMBRES QUEMADOS

  • Hay pintores que no permitieron dejarse atrapar por las tendencias o corrientes plásticas vigentes en los momentos posteriores a la II Guerra Mundial.
  • Por el contrario, son artistas que al filo de una humanidad envuelta y acorralada por actos de barbarie, postulan una obra que escarba en la propia corporeidad, en la materia animada que la conforma, para encontrar en su carne quemada por el artefacto mortal la condición de su deshumanización.

  • Leon Golub, creador estadounidense, cofundador de la escuela de Arte de Chicago, ofrenda, en estos hombres quemados, la negación de lo que nos dignifica, de lo que nos hace espíritus libres, solidarios y tolerantes. Ellos, a través de esa formulación plástica despiadada, son los seres repulsivos que nos repugna ver como víctimas pero que están ahí, a nuestro alrededor, porque también forman parte de nosotros y por lo tanto no podemos rechazarlos.
  • Mi amigo Humberto sigue paralizado, casi en un estado catatónico. El silencio de la destrucción no ha acabado, se ha extendido por todas las esquinas como una nube negra y baja y amenaza con sangrar más vidas. Hasta el malecón ha dejado de guarecer sombras para hacerse invisible.

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PAUL CADDEN (1964) / NO SIN EPITAFIOS