Se ha ido Joseph Guinovart pero nos ha dejado un testimonio imperecedero que hará que sea inolvidable.
A los catorce años trabajaba como pintor de brocha gorda y a los veintiuno inauguraba su primera exposición en la galería Syra, de Barcelona.
Carlos Areán destaca en su obra lo que parecen ser dos campos artificialmente opuestos: el de la figuración y el de la abstracción, que, por el contrario, mantienen en el conjunto de su repertorio un nexo indisoluble de honda expresión.
Corredor- Matheos llama la atención sobre su amplitud de registros y respecto a su capacidad de violencia y agresividad, aunque lo es también de extrema delicadeza.
Moreno Galván afirma que es el pintor en quien se presiente mejor la carga de realidad expresiva.
Valeriano Bozal nos lo sitúa como un modelo de la poética informalista, contundente en el uso del cromatismo, en el contraste violento de iluminación, en la densidad de las masas materiales que, también, se oponen.
En definitiva, su obra le coloca, sin lugar a dudas, en uno de los puestos más destacados de la vanguardia creadora española, y he de añadir que para mí representa el pintor de paredes que descubre la potencialidad expresiva que contienen las mismas, que son la suma de la materia que trasciende a la realidad, que él es el intermediario que de una pared nos proporciona la dimensión telúrica que se esconde en ella, es un traductor y poeta que a través del deslizamiento de la brocha gorda en su adolescencia y juventud delató las vivencias más vitales de la materia.
A partir de ahora se multiplicarán en galerías y subastas la aparición de sus obras y trabajos en aras de hacer de sus cenizas un suculento negocio con aquella frase de ¿"quién da más"?
A los catorce años trabajaba como pintor de brocha gorda y a los veintiuno inauguraba su primera exposición en la galería Syra, de Barcelona.
Carlos Areán destaca en su obra lo que parecen ser dos campos artificialmente opuestos: el de la figuración y el de la abstracción, que, por el contrario, mantienen en el conjunto de su repertorio un nexo indisoluble de honda expresión.
Corredor- Matheos llama la atención sobre su amplitud de registros y respecto a su capacidad de violencia y agresividad, aunque lo es también de extrema delicadeza.
Moreno Galván afirma que es el pintor en quien se presiente mejor la carga de realidad expresiva.
Valeriano Bozal nos lo sitúa como un modelo de la poética informalista, contundente en el uso del cromatismo, en el contraste violento de iluminación, en la densidad de las masas materiales que, también, se oponen.
En definitiva, su obra le coloca, sin lugar a dudas, en uno de los puestos más destacados de la vanguardia creadora española, y he de añadir que para mí representa el pintor de paredes que descubre la potencialidad expresiva que contienen las mismas, que son la suma de la materia que trasciende a la realidad, que él es el intermediario que de una pared nos proporciona la dimensión telúrica que se esconde en ella, es un traductor y poeta que a través del deslizamiento de la brocha gorda en su adolescencia y juventud delató las vivencias más vitales de la materia.
A partir de ahora se multiplicarán en galerías y subastas la aparición de sus obras y trabajos en aras de hacer de sus cenizas un suculento negocio con aquella frase de ¿"quién da más"?
la pintura es algo que ha que visulizar con profundidad.
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