Está claro que sin una mínima sensibilidad visual no existen luz ni movimiento, ni esa capacidad para percibir todo aquello que pone ante nuestra mirada una sensación vital.
Esa pasión por investigar y explorar es lo que define la obra de la granadina MORALES, para la cual la geometría se infiltra para dar paso a una vertiente cromática que es una indagación en sí misma.
Tales construcciones se basan en una concepción muy convencida y segura de obtener esa modulación que genera espacios y ámbitos en los que plasmar lo que es un enfoque contemporáneo de la plástica.
En labios amarillos la negación florece. Pero existe un nogal donde habita el invierno.
(Julio Llamazares)
En la obra del cubano LLUFRÍO lo fantástico se hace verdadero y lo extraño reemplaza a la realidad cotidiana, dejándonos con la mirada perdida navegando a través de un cielo al que no vamos a llegar.
Sus estelas rutilantes buscan el calor en el frío, mostrando la imposible salvación de unos destinos que por debajo están ocultos para reflejar mejor en su inexistencia lo que darían por vivir en esa bóveda celeste.
Estamos ante un virtuosismo pictórico que quiere enfrentarse irónica y desesperadamente a sí mismo para no tener que perfilar la agonía de una revelación que no tiene fin y carece de descendencia.
- Es la lluvia de siempre. La actual.
- Que en lo tocante a lluvias
- es un absurdo ser original.
(Andrés Trapiello)
La del catalán CANALS es una realidad diferente, por lo cual la materialización y expresión plásticas en su obra se ajustan a ella para que, después de desconcertarnos, nos sintamos cargados con la intriga.
La superficie bien colmada cromáticamente en unas gamas invasivas despierta a los seres señuelo y los incorpora a un espacio que los retiene visualmente a pesar de su oposición.
Su esquematismo es más elocuente y vehemente, tanto como para abordarnos ellos mismos para querer intercambiar sus sueños por los nuestros. Lo que ignoran es que saldrían perdiendo.
Se contradice el silencio, si se explica. Y aún si no se explica:
Porque, el silencio, si se le atiende, habla.
(Ana Rossetti)
La comprensión de la obra de arte es, antes de embarcarse en su análisis, el percibir el efecto total producido y configurado de acuerdo con los propósitos del artista.
En la obra del italiano D´AMICO observamos la plétora constructiva, material y lumínica de un vocabulario marcado, señalado, puntuado y pegado. Es una manifestación plástica abstracta basada en la formulación de una concepción espacial en la que solamente puede imperar su modo de proyectarse por sí misma.
Tullidos, mancos, borrachuzos, sidas,
drogatas, homoadictos, marginales,
depresivos, estériles, perláticos,
subnormales de cuna, idas, venidas,
horrorosas que ofician de vestales
y cuantos deambulan ya sin vida
son consagrados santos iniciáticos
de esta siniestra raza de lunáticos.
(Amparo Amorós)
Las elecciones hechas por los artistas están, si no determinadas, por lo menos dirigidas por necesidades que están más allá del control de sus voluntades.
Para la ucraniana DMYTRENKO las formas se licúan al congelarse en un momento de rescate del ser y los colores evocan los tintes venecianos que adoraban a Ticiano.
Los pliegues cromáticos ahondan en la visibilidad de una plástica que se piensa en sí misma y trata de ocultar con todos sus matices y tonalidades un fondo vertiginoso de melancolía.
Tiempo atrás, vida atrás, me recogí en mi sangre
y aniñé mi esperanza para crear un fruto.
(María Victoria Atencia)
Un aspecto decisivo en el arte es que son siempre varias, posibles y diferentes las encarnaciones de las formas que ocupan los espacios que así hacen visibles.
La alemana GRUNDLER consigue en sus obras esa poética visual que expresa unas sensaciones plásticas en trance y en suspenso, sobre una base cromática rica en hilaturas y cortinajes que exteriorizan su suave transcurrir en otros territorios.
Espuma, hielo, daga, luna, loma
no son palabras: son signos al revés.
(Jaime Siles)
Se dice que el arte fantástico se caracteriza por la utilización de distorsiones que por su contradicción formal o iconográfica le dan otra fantasmal dimensión a nuestras expectativas habituales.
El sirio ABD VÍCTOR nos puso frente a su mundo irreal desde las visiones y leyendas que presidieron su vida a partir de sus raíces orientales.
Poseído por una maestría pictórica que es fruto de unión de saberes, su figuración mitológica nos ofrece con un cromatismo acompasado un imaginario que protege nuestros sueños y divierte a nuestras pesadillas.
Cuadro tras cuadro
se dibuja la misma figura,
la de un hombre que ha perdido
y se contempla, extraño Narciso, en el estiércol.
(Leopoldo María Panero)
