- Decía Cassirer que el hombre es un mundo simbólico y el arte ocupa un lugar principal entre esas formas simbólicas. Pero SÁNCHEZ en esta serie va más lejos y nos crea ya como sombras de una existencia acabada.
- Aunque en un segundo momento, si nos fijamos bien en este espacio de ultratumba, aparece otra supervivencia que es una conciencia de una angustia plástica que se ha salido del tiempo y habita otro cosmos.
- Tal expresión configurativa concierta mediante una luz cruda el abismo que se convierte en otro medio de invocar y verse, en otra confesión que iluminar a ciegas, en la callada manifestación de un ultimátum que es el vértice de una visión que no se olvida.
(Roa Bastos)