- Collingwood lo tenía muy claro al mismo tiempo que muy radicalizado, cuando declaró aquello de que es ambiguo (?) todo arte que surja de una conciencia oscurecida por un propósito no artístico, ya sea mágico, religioso, político o social. Ya que el arte mismo proviene de una conciencia cuyo único contenido es la emoción que debe ser expresada.
- En el caso del francés FERRAND, su obra está impregnada de una conciencia muy clara y expresa esa atmósfera espectral poblada por esos fantasmas que surgen tempestuosamente durante la noche y que forman parte de una historia que nos afecta de un modo u otro.
- La pigmentación y las texturas de esta concepción plástica solidifican la superficie, que ha crujido cuando las siluetas van tomando forma y realizándose como fetiches primitivos que estaban ocultos y que aparecen para manifestar su deseos por llevarnos consigo.
(Roa Bastos)