5 de febrero de 2021

ALEXANDRA DELYA (1980) / ME CORROE EL FUROR DE LA IGNORANCIA

 

  • Los artistas occidentales a partir del siglo XX se inspiraron en el arte de los primitivos como en su día los del siglos XIV y XV se atuvieron a los modelos de la antigüedad clásica. Así es como los ciclos que se creen cerrados desde hace mucho tiempo, un día se vuelven a abrir bajo presupuestos de la índole del presente.    
  • En la pintura de la francesa DELYA se observa que su espontaneidad inicial está significada por el encuentro plástico con un imaginario primario, lo cual no ha sido óbice para que su desarrollo se concierte con otras sintonías de forma y color.      
  • El resultado, al final, es una culminación expresiva brutal y fragmentada de una humanidad que se desahoga en su propio desconcierto, en la tosquedad de su destino, en la brutalidad de su desacierto y desdén. 
La quintaesencia del oro es siempre la corrupción, escribió en latín el valenciano Juan Luis Vives, amigo de Erasmo, nacido el mismo año del Descubrimiento.


(Roa Bastos) 

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