- Eran los años de la formación de la Unión Soviética, cuando la pasión de construir, crear y levantar un nuevo mundo se había apropiado de los artistas de una forma delirante, un pathos que veía en el hombre una determinada dimensión universalista y socializadora.
- El ruso VESNIN proviene de ese ambiente enfervorizado entre el constructivismo, el suprematismo y el geometrismo, y es uno de sus miembros más cualificados, que a través de un concepto de lo simétrico y exacto, conjuga armonía, precisión, dibujo, racionalización y un poso de aventura.
- La concepción de sus estructuras en un solo plano con esas sombras destinadas a conferir volumen y magnitud, son el sueño de una utopía cuya ejecución nos introduciría a todos los humanos en ese universo visionario que estaba en el punto de mira de ese grupo de creadores que nunca llegarían a habitarlo.
- El paisaje hoy ya se ha convertido en una cuestión de pensar en lo que tiene de primacía a la hora de llegar a ser una visión cuya referencia sea su propia invención. Se atiende a su sustancia como una conservación hasta ahora oculta, que asalta de pronto nuestro imaginario y nos promete otra biosfera.
- En el caso del francés BANCON esta facultad de configurar plásticamente lo que es un ensueño que reposa, que requiere una gran concentración creativa y una disposición fervorosa a extraer del color sintonías viejas y nuevas, es una plenitud que nos llega como un hálito inspirador.
- Desentrañamos huellas de nuestra pintura clásica en ese cromatismo que es el emblema de unos espacios en que el artista ha mediado, con el fin de que la filosofía de su naturaleza no llegue a agotarse, sea un fin supremo de vida.
Río, rey y religión, tres malos vecinos son.
- El alemán TEXAS revierte los términos de la vida y para ello su imaginería perturbada enseña los dientes más afilados. Fustiga a una sociedad cuyos monstruos se han hecho poseedores de los cánones de la belleza y la ética. Y a partir de ahí todo se descabala.
- Sus obras y su alineamiento técnico-formal tienen la precisión de un bisturí y se atienen a las referencias de una época medieval contemporánea que trastoca principios y certezas. Con tal focalización se sacralizan la violencia, el odio, la lucha, la guerra y la muerte. El cromatismo negro es el rey caníbal que quiere absorberlo todo.
- Pero nos ampara la distancia, el espacio, la dimensión, así no podrán saltar y solamente querrán ser observados mientras juegan, ya que el trasfondo no es milenarista sino sencillamente la celebración de una diversión entre el pensamiento y la plástica, entre la plaga que nos llega y la locura que nunca se va.
Quien tiene el rabo de paja, no se arrime a la llama.
- La visión de la condición humana en términos de pérdida degenerativa es una de las prácticas artísticas contemporáneas que ponen de manifiesto una reflexión de la mirada interior que hace pie en nuestro fondo atávico.
- En el chileno LANGLOIS, tal como se aprecia en sus instalaciones de papel, cartón y madera, su convicción existencial va de lo patético a lo terrible, de la fragilidad al extravío, del dolor a una pasión autodestructiva. La estrategia visual no esconde ningún significado en tiempos de destrucción consumada.
- En los espacios utilizados y ajustados al medio, no hay alternativas a la náusea y al cierre definitivo de unas vidas condenadas, al final de un erotismo agotado y agobiado, a un respirar sin vías de escape. Participamos de una despedida anunciada que no deja rastro.
Quien de ajeno se viste, en la calle lo desnudan.
- Mario Perniola asegura que si existe un núcleo del arte, no hay que buscarlo en el sujeto, en el artista, en su deseo de expresarse y comunicar, sino en la obra, en su singularidad radical, en su irreductibilidad a una única identidad, en su carácter esencialmente enigmático.
- Al serbio OJDANIC, con su dominio del dibujo y de la expresión, le asaltan muchas dudas respecto a la dirección que debe seguir su pensamiento visual, porque lo corpóreo le incita a profundizar en su materia hasta alcanzar la plástica de todas las entrañas que afloran a la superficie.
- Está imbuido de temores, (¿quién no?), lo que hace que su obra sea más determinante y posea el cromatismo de la angustia, proyectando así un imaginario que marca toda su creación y su sentido de la existencia.
Para quien roba un reino, la gloria; para quien hurta un burro, la horca.
- Ha tirado la infancia por la borda y la ha vuelto a reconstruir con arreglo a su época, al fin y al cabo de lo que se trata para conjurar las pesadillas es hacerlas reales y explicarles que no están vivas, excepto cuando se quiere jugar con ellas. La francesa GRUSS, con la arquitectura simbólica de estas escultura, hace exorcismos para protegerse ella, mas a nosotros, espectadores, no nos pone a salvo.
- Lo que verdaderamente nos desconcierta de esta imaginería es que nace del subsuelo, del que se supone que no les gusta salir según sus mensajes de ultratumba. En contra de su voluntad, la artista los saca al descubierto porque considera que su belleza no puede estar encerrada y además es eterna.
- Por tanto, este repertorio de habitantes que a pesar de estar muertos perviven en la visión, forman parte de la luz del conocimiento, de la singladura del pensamiento y del temor postizo que significan en el transcurso del tiempo.
No hay peor burla que con el asno.
- ¿Momias desenterradas? Imposible, abren demasiado los ojos y parece que están hablando. Podrían ser espíritus carnales aborígenes, tribales, primigenios. O de hace unos trescientos años. El hecho es que a través del belga STROFF han encontrado un cuerpo y una manera de emerger.
- Mientras que como espectadores estamos orgullosos de nuestro concepto de belleza, estos seres nos increpan por nuestra falta de imaginación y escaso sentido plástico, pues son ellos los que se constituyen en símbolo de la muerte cuya belleza es sublime.
- No hay duda que estas esculturas encierran mensajes de otra dimensión y cobran significado en la medida de que nuestro asco se transforma y nos infunde otra universalidad del sentido de la existencia. Cuando seamos capaces de asimilarlo habremos alcanzado una visión inviolable.
Mucho sabía el cornudo, pero más el que se los puso.