- Estamos ante un surrealismo caribeño forjado en el sueño, en el hombre y en la naturaleza, con una claridad de líneas y colores que tienen un aroma clásico y puntiagudo. TOVAR, el dominicano, estructura con precisión la puesta en escena para sus criaturas, que se relacionan desde diferentes posiciones.
- Su virtuosismo es como un talismán al cual se confía en orden al desarrollo de unas formas que no puedan suplantarse, unos espacios en cuya negrura aparecen ellas como realidades vivientes fáciles de percibir pero no de aprehender.
- Todo ello apunta finalmente a una pintura que descansa, con esa vestidura cromática tan depurada, sobre un anochecer encabalgado a un enigma, el que siempre nos agobia sin que lo hayamos convocado, ese propio de una visión que nos acompañe hasta el fin.
¡Qué cosa más vulgar y baja es la vida!
(Fernando Pessoa)
- Magnífico grabador, dibujante, pintor y escultor, el español CASTELLÓN es un discípulo de Goya en el siglo XX, porque lo suyo también era extraer la vida de las sombras o lo que era la muerte al final.
- Cierto es que la mayoría de la gente, como asegura Rosalind E. Krauss, acabará confundiendo la temática o el tema de una pintura, esto es, su significado, con su pretexto, con su referente figurativo, con los objetos que representa.
- No obstante, creo que en el caso de la obra de este artista, con la distancia que nos da el tiempo, la oportunidad es ver hasta aguantar, mirar hasta creer, y darse la fuga. Y no tendríamos que olvidar.
El misterio de la vida nos duele y nos acongoja de muchos modos.
(Fernando Pessoa)
- La imaginación se desborda y enloquece, pero también tiene que hacerlo al mismo tiempo una ejecución práctica que esté a la misma altura de ese desbordamiento y enloquecimiento, de esa enajenada carrera para estar por encima del signo de los tiempos.
- Y también por la necesidad del hombre de estar vivo y creando, pues como señalaba Giorgio Vasari, "mientras viva el arte, nunca tendré que aceptar que el hombre está muerto". El italiano SARRI acomete en sus obras una plástica entre visionaria y hasta surreal, mas impregnada de una idea de lo maravilloso.
- El uso de distintos elementos de diferentes códigos comporta una fuente interminable de apariciones, sujetos, formas, máquinas, espacios, etc., que dan la dimensión adecuada a un mundo entre la fuga, el caos y falsa representación.
Nos cansamos de pensar para llegar a una conclusión, puesto que cuanto más se piensa, más se analiza, más se distingue y menos se llega a una conclusión.
(Fernando Pessoa)
- Una de las grandes facetas y farsas de la obra de arte es que en un momento dado no sabemos a que atenernos respecto a ellas, pues la forma entraña más intromisiones plásticas que las que éramos capaces de presentir.
- Así es como el francés SINGH nos infecta con estas visiones que fulminan el antropocentrismo con una creación del horror que va siempre más allá de todo lo que se ha realizado en este campo del arte.
- Estas máscaras o rostros son el espejo genuino tanto de nuestra condición como de la suya, conjuran la santidad del malditismo y nos muestran que no se conoce ninguna obra de arte que no contenga misterio (Henry Moore) o que el trabajo del artista es siempre profundizar en el misterio (Francis Bacon).
No saber de uno mismo es vivir. Saber poco de uno mismo es pensar.
(Fernando Pessoa)
- Estamos en tiempos en que la abundancia en la lista de posibilidades de una caracterización del arte del presente permite abordarlas todas por un mismo artista, ya sea vídeo, perfomance, pintura -abstracta o figurativa-, escultura, arte conceptual o procesual, instalaciones, etc.
- Nos referimos a un caso como el del chileno ESCALONA, que además de todo ello es escenógrafo y fotógrafo, cuyo imaginario es inmenso, espectacular e impredecible. Su área de expresión no acaba nunca y su solemnidad formal de luces y sombras nos deja un tanto asombrados.
- Para Stanley Carver afirmar que las intenciones de un artista pueden no ser conscientes no equivale a asegurar que sean inconscientes. Supone cuestionar una noción de causalidad a la que sigue sirviendo un fácil recurso a lo inconsciente. Estar ante la obra de este autor es reconocer tales efectos.
Cuando emprendas tu viaje a Itaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
(Konstantino Kavafis)
- Al principio los expresionistas americanos no eran los más populares, vivían pobremente -sin agua y calefacción- pero, a pesar de ello, su pintura se cagaba en todo. La revista Time, que tenía un ojo cojonudo, afirmaba que la obra de Pollock era digna de compararse con la batalla de Gettysburg dibujada por un niño.
- El estadounidense MCNEIL dejó al margen reflexiones sobre la teoría de la pintura y se empeñó en expresar con autenticidad un estado anímico, una vivencias y unos sueños. Tenía el pensamiento hasta arriba y le era necesario vomitar.
- Sus obras devoran la línea y la figura con el color, deforman todo aquello con lo que se enfrenta, la ciudad sucia, los habitantes suicidas, el magma escupiendo el aliento cargado de alcohol a través de las pisadas del Bowery.
Hay personas capaces de sufrir durante largas horas por no poder convertirse en el personaje de un cuadro o en la figura de un naipe de la baraja.
(Fernando Pessoa)
- El peruano TOLA bajó al infierno y cuando regresó ya no supo ser más que un artista que tenía que construir un discurso sobre el destino plástico de unas tinieblas iluminadas con candiles. Claro que el trayecto hacia él fue muy breve y además es tan grande como el infinito.
- Al principio su obra, con eso de que venía del averno, recibió intolerancia, y no precisamente porque con lo nuevo sobreviene la muerte de la deducción, sino porque ésta era demasiada e intencionalmente demoníaca.
- En su creación la hibridación, los colores profundos que la hacen palpitar, el desmadre insidioso y plácido de planos y ojos, manos y caras, viene de las creencias aborígenes y de las maldiciones presentes, dejando al tiempo que nos queda temblando a causa de una pintura que venera el abismo de ese mito.
Hay reproducciones en los libros que viven más nítidamente que muchos hombres y mujeres.
(Fernando Pessoa)