- Al principio los expresionistas americanos no eran los más populares, vivían pobremente -sin agua y calefacción- pero, a pesar de ello, su pintura se cagaba en todo. La revista Time, que tenía un ojo cojonudo, afirmaba que la obra de Pollock era digna de compararse con la batalla de Gettysburg dibujada por un niño.
- El estadounidense MCNEIL dejó al margen reflexiones sobre la teoría de la pintura y se empeñó en expresar con autenticidad un estado anímico, una vivencias y unos sueños. Tenía el pensamiento hasta arriba y le era necesario vomitar.
- Sus obras devoran la línea y la figura con el color, deforman todo aquello con lo que se enfrenta, la ciudad sucia, los habitantes suicidas, el magma escupiendo el aliento cargado de alcohol a través de las pisadas del Bowery.
Hay personas capaces de sufrir durante largas horas por no poder convertirse en el personaje de un cuadro o en la figura de un naipe de la baraja.
(Fernando Pessoa)
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