- Decía Bernard Noël que lo que se mueve en la pintura es únicamente la mirada del espectador. Yo creo que el asturiano KIKER, que vuelve a exponer en la galería Aurora Vigil-Escalera de Gijón, consigue que al segmentar la obra en planos el movimiento sea por ambas partes.
- La visión para él es fundamental, por eso sus hallazgos plásticos conceptualizan al mismo tiempo que no cesan de alumbrar la penetración febril en una cosmovisión que parte de su propia teoría, de un frenesí entusiasta para encontrar la forma y el contenido que culminen en el prontuario exacto.
- Un gran utillaje mental y un fabuloso utillaje formal, pues, una reinvención de la imagen -con distintas técnicas, entre ellas el collage- que reinventan la imagen del mundo en su superficie. Va siempre más allá sin hacer una dejación de su impronta, de su manera de hacer estilo y representación.
En el tiempo feliz no había muerte,
y juntos la pureza y el pecado
descubrieron el mundo más dichoso.
(Francisco Brines).
- Bernard Noël escribía que la mirada es el espacio comunicante. Que hace del espacio el elemento de la comunicación. Su materia. Pero antes está la fuerza de los recursos y los medios, su manipulación para adaptarlos a la fantasía del pensamiento.
- De acuerdo con él en lo de que plasmar en imágenes obliga a proyectar la intimidad en el mundo; se quiere hacer un objeto visual, pero que también sea comprendido. La canadiense prefiere conjurar su topografía, darle el relieve que armoniza y descubre, y sea acorde con el sentido más visual.
- Texturiza y graba, raya y pigmenta en una superficie que por sí misma es pura expresión; fabrica y en la misma medida hace que lo realizado y ejecutado sea un acontecimiento. Alcanza el poder de culminar radiografías paisajísticas que subyacen hasta que la artista las obliga a aflorar. Así aparece lo purificado y la veta original.
Quien regresa se duele del destierro de la casa.
(Francisco Brines)
- Quizás es la luz de una geografía excitante la que provoca que un artista que viva en la misma se sumerja en su biografía plástica, la refine y pula, clarifique y armonice, hasta que el prodigio tenga contextura propia.
- Claro que al ver estas obras del egipcio IBRAHIM no es raro que nuestra observación se cargue de ilusiones visuales y que convengamos con Bernard Noël en que el arte de pintar tenga como fin llevar a la perfección el funcionamiento de las mirada.
- Y todavía, no cebe duda, nos preguntemos la razón de que la abstracción sea una puerta a lo desconocido y qué acontecimiento tiene lugar dentro de ese espacio, en el cual hay armonía y poesía, acercamientos y un alejamientos, paz y serenidad. Y también es posible aún que lleguemos a apreciar que los colores crean sus propias formas.
El mundo aún permanece. Y existimos.
Miradme ahora mortal; sólo culpable.
(Francisco Brines)
- Algunas veces tenemos la impresión de que vivir en la fantasía del artista es estar ya muertos y vueltos a resucitar en otra dimensión, quizás más afortunada o lo contrario, más funesta. En un caso la inmortalidad nos depara una eterna meditación, en el otro un infierno muy lento e infinito.
- El argentino de origen español BATLLE, aunque podamos ver en su obra referencias a esos malditos ismos, declaró supuestamente que su discurso era encontrar y plasmar una pintura que conformase la versión propia de su incesante pensar. Y así pasó de clara a sombría, de formas que juegan a saltar la norma a aquellas que son más misteriosas y enigmáticas.
- Quizá ha querido que sus obras intercedan por él, como aseguraba Nietzsche, o que metan ruido para no oírse más a sí mismo. En este autor y su quehacer caben ambas posibilidades, y lo hacen con la máxima pasión.
Lo que habrá de venir será de todos,
pues no hay merecimiento en el nacer
y nada justifica nuestra muerte.
(Francisco Brines)
- La materia es sólida y en cambio su estela en filigrana ocupando el espacio es casi etérea, señalando y configurando piruetas, movimiento, ritmo y dictando una lección de cómo hay que desprenderse de muchos accidentes en el cuerpo para llegar a lo esencial.
- Llega a percibirse que lo que el americano DILL hace es concebir sus esculturas como ideogramas que declarasen que su constitución forman ya parte de otra era, que el abstraccionismo pensado por él relata otra forma de imaginar y recalar en lo fundamental.
- Sí hay que reconocer, no obstante, que al contemplarlas efectúan unas transferencias sobre nuestras miradas, son visualmente como iconos siderales y pertenecientes a otras coordenadas que en ese momento nos gustaría descubrir.
- Félix Ovejero diría que cuando acude a mi crítica artística en busca de alguna orientación, acaba todavía más confundido. ¿No pasa eso algunas veces porque el arte contemporáneo es ininteligible y en consecuencia la crítica lo es?
- Si nos centramos en las obras del brasileño PENTEADO, ¿o esconde misterios y conceptos fácilmente deducibles -¿lo efímero de la historia del arte o su papel ya acabado?- y estamos ante un trabajado sobresaliente, por lo que es apreciada por menos de un cinco por cierto de personas, ¿o hay que quemarla porque es horrible, ya que su apreciación supera ese porcentaje? No es una observación mía sino de James M. Whistler.
Ortega y Gasset lo señalaba de otra forma exponiendo que el arte nuevo divide al público en dos clases de individuos: los que entienden y los que no entienden. En este caso es para evidenciar que el tiempo también tiene su parte activa en su forma de corregir la visión.
La cueva del recuerdo es muy oscura
y es fría como el hielo, aunque nos mienta
luz y calor de hogar.
(Francisco Brines)
- Decía Flaubert que la vida es una cosa tan horrible que el único medio de soportarla es evitarla. Y se la evita viviendo en el arte. Seguramente que ese era el objetivo del alemán BURGERT pero le salió rana.
- La huida no ha sido posible, porque escabullirse para que tu propio yo autor te haga penetrar en unos sueños esperpénticos, alucinados, tenebrosos, de una iconografía sapientísima tan apabullante que impide casi respirar, es estar en la realidad de nuevo y repicando cráneos.
- Si lo apolíneo y lo dionisíaco son los principios rectores de toda experiencia estética, la pintura de este artista es pura embriaguez y máxima ilusión, aunque en lo concerniente a esto último se acaba contemplando y escudriñando alrededor por si estamos dentro de ella.
La noche de Corfú no la diré;
que la sepulte el polvo de otras noches,
pues la felicidad del hombre, así vivida,
demanda sólo muerte.
(Francisco Brines)