- Los artistas figurativos cubanos del presente siempre tienen unas referencias muy concretas a la hora de concebir su trabajo. No se vislumbran difusos, extraviados, sin identidad, al contrario, remarcan la misma, sean las circunstancias que sean.
- Pero además, como YOEL, se ligan a sus símbolos, a sus ultratumbas, a sus creencias más íntimas y desgarradoras, sin olvidar que su configuración formal ha de alcanzar ese ensamblaje de práctica plástica e ideario con una penetración tan insólita y visual como sea posible.
- En estas obras hay delirio, perfección, belleza, anhelo, desesperación y ese aislamiento isleño que desampara, que no ofrece refugio, que deja que la desnudez sea el principio y el final, la vida y la muerte. Entonces sí que podemos afirmar que la formulación pictórica, hoy tan despreciada, nunca deja de rescatar lo prodigioso, lo que uno contempla desde la sensualidad hasta la razón, pero sin abdicar de la emoción.
Mientras vaciaba el pomo, caliente, de mi pecho,
no sentía el acecho,
torvo y feroz, de la sirena negra.
Alfonsina Storni).
- Hay pintores que nunca abdicarán de su condición de tales por modas, tendencias, corrientes o escuelas que pasen por su vida. El placer de conocer a fondo su oficio, de desplegar vuelo gracias a él, de retomar los clásicos, beber en ellos, traerlos al presente con nueva enjundia, todo es un ejercicio insobornable en aras de la pintura y lo excelso que hay en ella.
- Y nosotros, espectadores, no perdemos de vista la perspectiva, pues toda obra de una parte tiene una forma; de otra parte, un significado, y en lo más finalista, un sentido. Pues estos tres ingredientes fundamentales están aquí reunidos para demandar una atención que va más allá de la impresión inmediata.
- En esta figuración coinciden visión, definición, historia, resurrección, virtuosismo y conciliación. No hay impostura de renovación, de fenómenos nuevos y señaladores de lenguajes subversivos, no, simplemente hay un placer, digamos, eso sí, extasiado de la pintura y su plástica. Y que no nos abandone.
Y cuidado: hay cabezas cuyo extraño fulgor
atrae tanto el lauro como el negro dolor.
(Bartolomé Fernández Moreno)
- El alemán KAPPELER, residente en la Costa Da Morte gallega, ha invocado a las furias de esa geografía para expresarlas en el momento de su máxima cólera. Son sus gestos y sus rasgos los que aparecen, los que dejan al hombre convertido en uno de sus esclavos y sin posibilidad de redención.
- Es un expresionismo extremo que no nos permite ser pasivos, que nos hace participar en esa revelación a la que contemplamos como una realidad y percibimos como un reconocimiento. Y sí, hay una clarividencia en mostrarnos ese cataclismo con su densidad cromática grabando a fuego la esencia de la tragedia.
- Aquí coinciden visión y definición, hasta culminar en un lenguaje que busca la rebelión, la destrucción, por ser la amargura de conciliar ira y prodigio, poesía y maleficio, éxtasis y un mensaje maldito. Pues bienvenido.
Tú caerás en la sombra impenetrada
donde yace la cáscara ya rota....
¡Donde van las palabras del idiota:
a la nada sin nada de la Nada!
(Almafuerte)
- El francés RÉQUICHOT se suicidó cuando tenía treinta y dos años, quizás, entre otras cosas, porque su obra, la que estaba haciendo, ya no llegó a desconcertarle ni asombrarle por más tiempo (Philip Guston).
- Quizá porque ese proceso de descubrimiento a través de la creación y su capacidad para la exploración había llegado a su fin. Es posible que ya no buscase aquello que no se conoce, aquello que se te revela o que queda al descubierto inadvertidamente.
- O que se empeñase en crear un mundo cuando lo más fácil es encontrarlo (Kit White). El caso es que su cerebro estaba, acaso, agotado y mascaba su impotencia, o simplemente obsesionado y perdido en su frustración. Pero lo cierto y verdad es que podría haber sido un gran herrador plástico.
A las cosas de mi tierra,
tal como son las divulgo.
No saboreará el pastel
quien se quede en el repulgo.
(Leopoldo Lugones)
- Hacer que la forma tenga su propia razón y se manifieste como tal. Que ella guíe la condición absoluta de lo que aparece, de los que son entes profanadores, vestigios inconfesables, dueños de vidas y muertes.
- Que sean orgánicos, retorcidos y sensuales, que lleguen o no evocar, que su discurso agote al nuestro, que tengan su talento para marcar las señales del intercambio, los signos incomprensibles de su misterio.
- La brasileña María Martins ha sido una iluminada como mediadora, como hechicera creadora de estas culminaciones improbables, astutas, crueles o amorosas, fruto de una historia arcaica o de un presente vivo que nos seduce y atrapa. Mi mirada ya ha quedado dentro de ellas.
Tu risa amenaza como los puñales
como un moribundo se tuerce tu mueca.
(Leopoldo Lugones)
- Dicen que el ítalo-americano DONATI fue el último surrealista de aquella época, la del inicio. Porque hay que anticipar una consideración básica, como es que el surrealismo nunca ha dejado de existir por la sencilla razón de que vivimos en un mundo que no ha dejado de serlo y que ese movimiento se va ajustando a esas realidades con una flexibilidad constante.
- La obra de este artista encaja a la perfección a lo podríamos llamar el breviario surrealista, destacando y configurando una vía propia como la construcción de esas formas aladas que flotan en un ámbito desconocido, abismal, que parecen plantas o criaturas abisales pacíficas y al mismo tiempo amenazadoras.
- Formas y colores que, al estar en una movilidad permanente y en un hacer y deshacerse, conjugan vínculos nuevos que dan pié a los contenidos buscados o sin buscar con innovadores planteamientos.
¡Sólo, el niño se ha vuelto hombre
y el hombre tanto ha sufrido,
que apenas trae en el alma
la soledad del vacío!
(Olegario V. Andrade)
- Oigamos al rumano HÉROLD, uno de los más grandes representantes del surrealismo, en lo concerniente a que la cristalización es una resultante del futuro de la forma y el material, por eso la pintura debe alcanzar la cristalización del objeto.
- El cuerpo humano, añade el autor, es, en particular, una constelación-punto de fuego de la que los cristales irradian.
- Lo que sí es cierto es que su obra es un cosmos visual que concierta el misterio de las formas, las entrañas del color, la música de cantos malditos, el lenguaje de ídolos insurrectos, de impías criaturas, por otro lado inconsolables. Y así hasta agotar una sintonía inimaginable.
- Todo en este imaginario visionario nos da respuesta de un modo u otro, desde una voluntad artística absoluta a un entendimiento concebido de lo que está latente y te impulsa a un manera de crear determinada bajo unas pulsiones indeterminadas, fuerzas biológicas que no olvidan cómo desbordarse, vaciarse, derramarse bajo una plástica concreta. Es una orgía del éxtasis.
¡Caros alumnos! A la nueva patria,
ya desligada de servil coyunda,
himnos de gloria y libertad la corva
cítara ensaye.
(Ventura de la Vega)