- Los artistas figurativos cubanos del presente siempre tienen unas referencias muy concretas a la hora de concebir su trabajo. No se vislumbran difusos, extraviados, sin identidad, al contrario, remarcan la misma, sean las circunstancias que sean.
- Pero además, como YOEL, se ligan a sus símbolos, a sus ultratumbas, a sus creencias más íntimas y desgarradoras, sin olvidar que su configuración formal ha de alcanzar ese ensamblaje de práctica plástica e ideario con una penetración tan insólita y visual como sea posible.
- En estas obras hay delirio, perfección, belleza, anhelo, desesperación y ese aislamiento isleño que desampara, que no ofrece refugio, que deja que la desnudez sea el principio y el final, la vida y la muerte. Entonces sí que podemos afirmar que la formulación pictórica, hoy tan despreciada, nunca deja de rescatar lo prodigioso, lo que uno contempla desde la sensualidad hasta la razón, pero sin abdicar de la emoción.
Mientras vaciaba el pomo, caliente, de mi pecho,
no sentía el acecho,
torvo y feroz, de la sirena negra.
Alfonsina Storni).
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