17 de junio de 2014

THEO JANSEN (1948) / YO QUIERO UNO


  • Estos entes o criaturas profundamente visionarios caminan cerca del mar, no implican amenaza alguna sino la condición de una naturaleza que se ha transformado, que es producto de la ingeniería y el arte, lo visual y el prodigio.  


  • El holandés JANSEN, escultor cinético, ha creado estos fenómenos para que nos sirvan como una confrontación a nuestros sentidos y a nuestra razón. Que fulminen aquellas creencias sobre lo que es posible o no, que la mirada que posamos en ellos se abra al estupor, al asombro, a una utopía que podemos tomar como falsa o verdadera pero nunca como un suceso anodino y neutro.    


  • Si la contemplación dentro de esos espacios y atmósferas, que inciden de manera oportuna y crucial, es irreal, también lo es una parte importante de nuestra historia, de la evolución conceptual y emotiva que tienen estos acontecimientos que se producen delante de nuestros ojos. Estamos, ante estas cosas, seres, elementos, como ante una visión de la que no pensábamos que la tuviésemos tan cerca.    

Perder la mirada, distraídamente,
perderla, y que nunca te vuelva a encontrar;

y, figura erguida, entre cielo y playa,
sentirme el olvido perenne del mar.
(Alfonsina Storni)

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