- El francés RÉQUICHOT se suicidó cuando tenía treinta y dos años, quizás, entre otras cosas, porque su obra, la que estaba haciendo, ya no llegó a desconcertarle ni asombrarle por más tiempo (Philip Guston).
- Quizá porque ese proceso de descubrimiento a través de la creación y su capacidad para la exploración había llegado a su fin. Es posible que ya no buscase aquello que no se conoce, aquello que se te revela o que queda al descubierto inadvertidamente.
- O que se empeñase en crear un mundo cuando lo más fácil es encontrarlo (Kit White). El caso es que su cerebro estaba, acaso, agotado y mascaba su impotencia, o simplemente obsesionado y perdido en su frustración. Pero lo cierto y verdad es que podría haber sido un gran herrador plástico.
A las cosas de mi tierra,
tal como son las divulgo.
No saboreará el pastel
quien se quede en el repulgo.
(Leopoldo Lugones)
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