- La aureola es la fuente roja de lo que parezco ser, aunque si no lo soy queda la huella de mi cabeza o de parte de la misma emergente y en silencio. ¿Es un sentido de la trascendencia la que anima a estos personajes o la simple cita con un éxtasis místico maquinado por el autor?
- Se pueden hacer todas las preguntas que se quieran, desde hablar de romanticismo, orientalismo, incluso barroquismo. Da igual, la criatura obra está ahí y está para quedarse, por muchas dudas que nos surjan, por mucho que la mirada intuya una cierta soberbia, un determinado perfeccionismo en tránsito de esteticismo.
- El sevillano SALUSTIANO no se propone indagar, deja que eso que ha sido una fórmula de su quehacer repose tal como lo ha concebido, sin importarle si esa aportación está o no agotada, si esa perspectiva sea demasiado manierista o que la mirada acabe por no confluir, por rehuir lo empalagoso.
y dice: -¿Eres alguna alma
que pueda y deba querer?
(Esteban Echevarria)
- ¿Podemos existir sin estar rodeados y reflejarnos en esa tromba animal o simplemente saltamos y corremos como ellos sin parar, sin detenernos, excepto para escuchar a esas grullas quietas que escarban en el silencio del suelo?
- Que la vallisoletana GÓMEZ nos haya ofrecido ese ámbito pictórico y plástico de intenso fragor es una muestra de que la obra de creación corre inagotable por unas venas imaginativas que no tienen parangón. Estamos ante la visión de una fiesta de la naturaleza viva, desbordada, buscando lo mismo que los humanos pero con un mayor ímpetu y delirante diversidad.
- El dinamismo es uno de los ejes sobre los que vertebra su trabajo, aunque sin esa frondosidad cromática, ese equilibrio de espacios y seres, esa interrelación íntima, esa búsqueda y encuentro con una realidad con connotaciones fantásticas, el puzzle nunca estaría compuesto y tan bien organizado. Un gran acierto y gran deslumbramiento.
Cantó el gallo en la alquería;
y con murmullo tremendo,
la turba infernal de sombras
se perdió cual humo al viento.
(Esteban Echeverria)
- Faltaba el alemán HOERLE en este muestrario del arte que llevo a cabo. Quizá lo más sorprendente de su obra es su actualidad, nos nos produciría sorpresa verla ahora en paredes, en tapias, en salas, en galerías, porque sigue siendo esa realidad maquinista, tecnocrática, la que nos hace quedar perplejos, o airados, o multiplicarnos algunos hasta convertinos en medios ufanos. Somos sus víctimas, auténticas víctimas, igual que lo éramos en la Nueva Objetividad.
- Su gama cromática todavía hace más énfasis en ese encuentro con el ahora, en ese estilo en la forma que nos remite a nuestra mirada en todas sus dimensiones, que nos identifica como esos seres que tiene el destino pegado al culo de un devenir al que le falta luz, le sobran esquinas, lo constituyen artilugios y lo desmembran para que no vaya pensando lo que no debe, ni haciendo lo que no conviene.
- Es la expresión del hombre como huérfano de sí mismo e hijo del gran hermano. Desde entonces ha habido otros movimientos, otras corrientes y tendencias, pero la que este autor representa sigue siendo una referencia única, insustituible, lúcida y pesimista. ¿Pero hay alguna optimista?
Arrastrando los carros de la guerra,
genios de la destrucción al Rhin llevaron
la plaga asoladora de la tierra;
(Juan Cruz Varela)
- Decía este artista que la gran ventaja del arte actual es exactamente ésta: usted puede hacer lo que quiera y como quiera. Tiene derecho a ser mal artista, lo que no es ningún crimen. Ser un buen artista tiene consecuencias agradables, incluso financieras. Uno de los motivos que me hizo huir de la metrópoli fue huir de los entendidos críticos de arte para tener el derecho de equivocarme por cuenta propia. El arte necesita, antes que nada, ser tuyo y no un producto o suma de los comentarios ajenos.
- STOCKINGER, austriaco naturalizado brasileño, no se equivocó al perfilar una obra que era la coreografía viviente de un pueblo, de una angustia, de la miseria honda que en su tragedia encuentra la verdadera función del arte: la expresión de un sentimiento y la transmisión de una comprensión.
- Aquí tendríamos que hacer mención de lo que señalaba Herbert Read cuando escribía que empezando por Leonardo, ha ido tomando cuerpo la tradición en Europa -y también en el mundo- por la cual la plasticidad de un objeto, su profundidad o tridimensionalidad, se logra por la gradación de las sombras, es decir, cambiando las cantidades de pintura negra.
- En estas esculturas las sombras ya son por sí mismas negras, no les falta pintura, y están desamparadas, ya sea solas o en grupo, vestidas o desnudas, gesticulantes o estáticas, calladas o en suspiros y gritos. Las formas, así configuradas, como estilo de una definición, determinación y anticipación de la realidad general de una cultura.
¿quién podrá hacer valer ya mi designio
de ejercitar mi saña entre los hombres,
turbando el mundo nuevo y el antiguo?
(Vicente López y Planes)
- Decía Herbert Read que una obra de arte nos asombra porque ha producido su efecto antes de que tengamos conciencia de su presencia.
- Pues si es cierto, el holandés MARTINEAU ha configurado su voluntad de hacer indiferente a todo menos a sí mismo. Sus horrores nos proporcionan refugio, visión y valor. Nos impregnan de un espíritu hecho a medida de lo que vive, una sensibilidad mayor ante lo que muere o va a morir.
- La piedad es la virtud que su plástica cultiva y recrea, pero es una piedad transgresora, inconfesable, martirizadora en su belleza y en su talento, y en ese algo más que siempre queda tocando a retreta o a responso, pues al fin y al cabo los difuntos ya están listos y con la mirada puesta en sus oraciones pintadas.
sólo la luna se mantiene
casi al alcance de la mano
pero también perdí las manos
y las mandíbulas y el sexo
(Mario Benedetti)
- ¿Por qué hay tantas vías para llegar a un color que siempre nos parece nuevo? ¿De dónde las sacan los artistas? De acuerdo en que estamos ante ese resultado final cuyo punto de partida en pintura son desbordamientos emocionales y concepciones intelectuales.
- Pero en la brasileña Saddi la antítesis manifiesta una conjugación y organización que alienta una cierta y personal sensibilidad de la obra de arte. Esas arboledas, junglas y frondas gobiernan un territorio que no es salvaje pero no deja de ser premonitorio.
- Atrae por esa conjugación armónica, por ese subrayado de líneas abiertas, por lo que debería ser una descomposición corrupta y por el contrario baila con un narcisismo sensual y cromático insustituible. No podemos tocar esos bordados, son simulacros pese a que su realidad subterránea es más sólida, aporta un valor incalculable para la vida y recrea el sentimiento de estar ante un magma de fuerza creciente.
despabila amor
que el horror amanece
(Mario Benedetti)
- En un momento dado la pintura se vio no como ordenación con su gramática reglamentada y concebida para representar, sino como una emanación del cuerpo que vomitaba sus flujos en una superficie, que después, con los pies, con las manos, con el cuerpo colgando, cincelaba unos extraños meandros, piezas del caos vivido en el interior del artista.
- Éste, utilizando su propio cuerpo, "quería pintar como si estuviera corriendo alrededor de un campo de batalla ejerciendo de sí mismo hasta colapsarse" por agotamiento.
- Lo cierto que el japonés SHIRAGA, miembro del famoso grupo ""Gutai", fue uno de los introdujeron el arte contemporáneo en su país y concretamente la significación y amoldamiento de un informalismo de veta propia. En la mayoría de los casos la obra es un mero resultado de un proceso dinámico, que es el que en realidad marca la realidad de esa configuración final.
En el silencio universal
por compacto que sea
siempre se escucha el llanto
de un niño en su burbuja
(Mario Benedetti)