- Me permito esta vez ser protagonista en mi blog para comunicarles que mi libro "El camino es el arte" ha salido a la luz editado por Efory Atocha.
- En él, a través de textos cortos, trato de desvelar y considerar todas aquellas cuestiones, inquietudes y argumentos que un espectador cualquiera se plantea ante el fenómeno artístico. La verdad es que en infinidad de ocasiones nos encontramos en este campo en una total incertidumbre, al margen de sus connotaciones de espectáculo, excesivo conceptualismo, mercadeo y hasta hermetismo.
- El partir de la base de Danto de que todo es susceptible de ser arte ha embrollado más la marabunta de aportaciones, estudios, análisis, teorías y críticas, sin llegar a colmar una problemática que en si no es atiborrable y que escapa a todas estos encasillamientos como alma que lleva al diablo.
- Bien es verdad que contextualizo algunas situaciones, uso el sarcasmo, soy irreverente, y soy polémico porque la base del arte anteriormente y en estos momentos es la controversia y sin ella ¿qué haríamos para expresar nuestra adhesión o desencanto?
- Finalmente, la buena noticia es cada ejemplar tiene el precio de diez euros, lo que para los tiempos de penuria que corren no es valor excesivo y está al alcance de todos aquellos, que serán pocos, que pueda interesarles.
- El valenciano ROMAGUERA es uno de mis artista habituales porque me ayuda a discurrir sobre las complejidades artísticas de un presente que cada día se nos escapa más. Toca todas las teclas con la misma intensidad pero yo, con mis resabios de lo que fue y aún sigue siendo la modernidad, le prefiero en el desarrollo de unos ámbitos determinados.
- Es un experimentador nato, que quede claro, aunque también muy exigente con la medida de su propia creatividad, a la que implica en la construcción de aquellas galaxias en las que talento, concepto y representación alcanzan un único alimento visual, y son producto de lo que él dimensiona como su proyección vital y estético.
- Ahora, en estas configuraciones morfológicas relumbran distintas concepciones hasta concebir una sola, la que nos guía hacia lo óseo como geometría o viceversa, hacia lo paleontológico como vía de descubrimientos plásticos o hacia esos cuerpos resucitados desde el mármol. Los hallazgos son múltiples y esa recurrencia es lo que lo define y la que lo impulsa a seguir buscando en entornos todavía inimaginables.
NADA
excepto la muerte
para salvarnos de la muerte
(Leopoldo María Panero)
- La pasión se convierte en un agente plástico para demostrar la interiorización exteriorizada de su naturaleza. En ella la crueldad es un signo visible y visionario, punzante, de belleza maquinada en el horror bajo esa fuerza cromática turbia y desalmada.
- Va desovando su furor, además de absorber y devorar todo lo que encuentra, hasta erigir su propia constelación orgánica, su propia constitución animal y representación humana de muertos más que vivos o muertos vivos. El portorriqueño ALEGRÍA está poseído por esa pasión y hace muy fácil que sea mirada y destilada.
- Y dentro de ella no podemos omitir el papel jugado por el círculo ancestral y cultural de un Caribe que tan pronto es manso y afectivo como desalmado y asesino. Es esa cartografía la que el color mestizo nos revela, sin que con ello haya de moderarse o mostrarse de otra forma, que ante estas circunstancias no debe ser pulcra sino un tizón añadido.
Estas flores son cadenas
y yo habito en las cadenas
y las cadenas son la nada
y la nada es la roca
de la que no hay retorno
(Leopoldo María Panero)
- El universo gallego sin símbolos y leyendas quedaría huérfano, despoblado, desorientado y casi roto. Por eso, su pintura lo redime buscando el hechizo preciso, el submundo olvidado, su santo y seña, el exorcismo, los lazos rituales, los altares desolados. Es una procesión sin límites que llega más allá del fin de la tierra.
- Pero el gallego PATIÑO los ha interpretado según el espíritu de exploración que ha sabido extraer de esos restos, de esas huellas, les ha dado una visión clara para los momentos en que lo ignoto se hacía marea y oscura para los tiempos en que desaparecía y entonces surgía el presagio.
- El que sea una obra en que el color, los signos, el asomo de figuras, se alimente con un equilibrio engañoso, con una desnudez entre bronca y pausada, nos enfrenta como espectadores a una contemplación muda y cercana, íntima y quizá contradictoria. Superponemos nuestras claves a las suyas y entra ambas conforman el efluvio final y definitivo.
Esta Sombre que es la sombra de mi sombra (Leopoldo María Panero).
- Los colores nos traen la luz más radiante, el sueño más irredento, la melodía más salvaje, la isla más incierta, el despertar más equívoco, la belleza más abominable, el amanecer más ciego, la duda más perfecta y el vivir más abierto.
- Los cantos cromáticos, según el cubano ÁVILA, no necesitan partitura, suenan y explotan solos, sin ayuda, al compás del ritmo caótico de un territorio indomable, flirteando con el mar, la lluvia y la agonía. Lo que divisan lo absorben, lo que atormenta seguirán custodiándolo y con lo que no pueden lo hacen visivo.
- La permanencia de su tejido multicolor estará asegurada y ellos emprenderán desde esa superficie que les soporta otra aventura y otro tiempo para celebrar encuentros, citas y hallazgos. Sólo morirán cuando la luz se apague y entierre su energía.
UN ÁNGEL PASÓ POR BROOKLIN
A los dos días fue detenido, y llevado a disposición del juez. Se trataba de un traficante de marihuana. (Leopoldo María Panero).
- Es verdaderamente sintomático como la pintura cubana se alimenta y nutre a sí misma, como no se pierde de vista en lo que concierne a su aparición bajo unas circunstancias tan determinantes de una estructura socio-económica y política tan duras y reacias.
- Entonces la fantasía surge, retrata lo que hay de revolución e involución utilizando una imaginería de amplio fuelle, de marcado signo fantástico y quimérico, en donde la pregunta sigue latente en una plástica que se despliega en murales, cuadros, ilustraciones y paredes.
- Dentro del cubano GUZMÁN existe ese territorio imaginativo, modernista, de cuento hallado entre una libertad aprisionada que lo daba por perdido, y él lo recupera para que siga su curso, retome su lenguaje y ampare el destino de una isla a la que no se le da la vuelta, en todo caso la revuelta.
- Sostuvo una conversación de media hora con una oruga y al salir a la calle se encontró en le país de las casas de chocolate. (Leopoldo María Panero)
La escultura es dar dimensión a un hallazgo que se dibujaba entre la razón y el sueño. Dar con el material sensible que puede hacerla posible, es más, que sea el único en que sea ella misma con todas sus propiedades intrínsecas.
Las piezas de la madrileña MUÑOZ son como piruetas delicadas, aéreas, que se van haciendo a sí mismas entre el movimiento, el espacio y la sensación de no terminarse nunca. Mientras se construyen gracias a la artista, generan nuevos ámbitos, los suyos, dentro de los que estar en una nueva fase temporal y física. Sólo hay que dejarse llevar.
Es importante también contemplar sus reflejos, sus entrelazamientos, porque son cuerpos con sus miembros, su disposición volumétrica, que encajan en sus simetrías, en sus formas de organizar su presencia y existencia. Nutren otro lenguaje y además saben comunicarlo.
Las Damas de la Caridad se dedicaban a enjaular ruiseñores, para que dejaran de cantar, y una muerte lenta, y así hacerse collares con sus pequeños huesos brillantes.
(Leopoldo María Panero)