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17 de octubre de 2012

MIGUEL ÁNGEL SALVÓ REYES (1971) / TODO ME CONCIERNE CUANDO PINTO

  •  Si cualquier cosa puede ser arte, es inútil seguir produciendo obras de arte. Sin embargo, la obra del cubano SALVÓ proclama que no todo es arte y que merece la pena seguir construyéndose, a la par que creándose, una constelación que configure macrocosmos pictóricos de ecos múltiples.
  •  Si partimos de la base de que la pintura es inagotable, el autor la hace todavía más dado que es un lenguaje del que él cada día toma una nueva dimensión, desde una histórica hasta otra plástica, desde una social hasta otra clásica, desde una política hasta otra religiosa.  
  •  No deja de plantear perspectivas, variables representativas, diversos enfoques, complejas estructuraciones en la configuración de un quehacer integrado que continuamente bucea en las calidades cromáticas, en los planos, en los encuadres, en la delineación prodigiosa y combinatoria de distintos niveles.
  •  Son trabajos denotativos y connotativos -hechos y magia- de una historia de la pintura, del arte, que señalan una persistencia renovadora, de un enriquecimiento merced a acontecimientos, procedimientos y talentos. Quizás en el mundo artístico sorprendan estos rescates que son pura fruición creativa, una consumación tan singular como sintáctica, y una extractada producción que se ha venido sucediendo mucho tiempo entre la aclamación y la penumbra.  
  • Todos los de hoy no estaremos mañana, por ellos trata de reflejar,
  • inmortalizar lo más puro, la esencia de cada hombre.
(Felipe Alarcón Echenique).

16 de octubre de 2012

RAFAEL SORIANO (1920) / CREO QUE HE LLEGADO A LO QUE QUERÍA

  •  Hasta la abstracción de un creador cubano se expande conforme su chorro absorbe la luz caribeña de la isla, las formas del amanecer y del sueño, los enigmas que pintan la lasitud del tiempo y la fuerza de arribada del valor de los símbolos.
  •  SORIANO conmutó la pena de muerte por el renacimiento de unas matrices de las que se nutre un cosmos sumergido entre lo celeste y un liviano mar congelado y devuelto a la vida. Tiene el don de la sustancia y la epifanía. 
  •  Y hasta puede acariciar el infinito y hacerlo de una vestidura visiva, de seda y acero. Por ello, esta obra está considerada como una de las más grande de Latinoamérica en el siglo XX, y sin necesidad de ocultar la fuente de sus orígenes ni las procesiones que surgiendo de la forma se propagan hasta inundarse de la esencia última. 
  • Habana a ti vuelo en espacio-tiempo, y aunque
  • lejos esté mi espíritu, estarás siempre
  •                             presente.
  • En cada esquina del malecón o en los vitrales de
  •                    su antigua catedral barroca.
(Felipe Alarcón Echenique).

12 de octubre de 2012

CARLOS ESTÉVEZ (1969) / ARTICULANDO

  •  Cuando se habla de la creciente intelectualización, desestetización o desmaterialización de la obra de arte, aparece el cubano ESTÉVEZ y lo estropea todo, aunque sus personajes, alegoría robótica de una reflexión de corte futurista, están ensismimados por este debate.  
  •  Pero el telón que se alza no genera ni incomprensión ni distanciamiento, al contrario capta y gravita sobre unas realidades que se mueven entre elementos articulados, artificiales, para pensar dentro de unas superficies que muestran la razón de su aparición en el momento en que ellas tienen ante nosotros, más retrasados en la evolución, la defensa indiscutible de su argumento. 
  •  Verificar que su coreografía avanzada contiene su basamento plástico sin estar referenciado no sería un factor concluyente, sino que habría que deducir -encarnizada aspiración la nuestra- las múltiples significaciones de un juego de inteligencias, que ponen a prueba nuestra capacidad de mirar y analizar un desarrollo cerebral de ideas que tiene en la pintura su culminación e identidad.
  •  Estamos, pues, ante un trabajo que no nos da opciones que no sean lo visual y lo que se perpetra a través de su concepción configurada como apertura progresiva hacia un ser extendido y desplegado.   
  • La mañana suda una palabra,
  • apesadumbrada desaparece,
  • correteando dobla la esquina.
(José Lezama Lima).

11 de octubre de 2012

LUIS CABALLERO (1943-1966) / ME HE IDO PERO SE HAN QUEDADO ELLOS

  •  Desde las épocas griega y renacentista la maestría en el dibujo siempre nos ha asombrado por ser ese prodigio que emula a la vida en sus más ínfimos pormenores, tanto es así que nos penetra con el tacto, la mirada, la atmósfera, la presencia física, el pensamiento, hasta hacer que sea un espejismo visual con el que relacionarnos en toda forma y momento.   
  •  Dentro de este ámbito la obra del colombiano CABALLERO es una culminación anatómica y apasionada, erótica y doliente, virtuosista en su enardecido éxtasis. Alumbra una liberación de la carne en el espíritu, que por sí sola es perfección si se la busca hasta la agonía.
  •  Su elocuencia, mientras esos torsos se debaten entre estiramientos, encogimientos, abrazos, tocamientos, desmayos,  no se basa en una transgresión exhibicionista pura y dura, sino en la recuperación de un sino trascendental que se halla en la sensualidad y en su influjo sobre la condición de la que estamos hechos. 
  •  Y de tratarse de un discurso efímero, sometido a la caducidad imperativa, ha pasado a ser memoria y celebración, y, por tanto, motivo de descubrimiento de esa finalidad del arte respecto a lo que forma parte de nuestra existencia y visión. 
  • A mi lado el otro cuerpo,
  • al respirar, mantenía la visión
  • pegada a la roca de la vaciedad esférica.
  • Se fue reduciendo
  • a un metal volante con los bordes
  • asaltados por la brevedad
  • de las llamas,
  • a la evaporación de una pequeña
  • taza de café matinal,
  • a un cabello.
(José Lezama Lima).

8 de octubre de 2012

DAMIEN CADIO (1975) / VIVO ENTRE ELLOS

  •  Adorno lo tenía muy claro: el criterio central es la fuerza de su expresión, gracias a cuya tensión las obras de arte, con un gesto sin palabras, se hacen elocuentes. Por su expresión las obras de arte aparecen como heridas sociales, la expresión es el fermento social de su autonomía.  
  •  En la obra del francés CADIO la tensión puede ser tenebrosa y hasta nauseabunda, sospechosa de descubrir una realidad solitaria y agónica, que trata de contagiar a nuestra mirada de su propio horror. 
  •  Sus tonos sombríos y fantasmagóricos no dan tregua, son testimonios vivos de un pensamiento pictórico que no puede huir de sí mismo, se enquista en él como paso previo a su vómito en la representación depositada en el soporte. Magnifica la impiedad enmascarada como senda de pago de una existencia que tiene que ser vista así. Ya habrá otros para vestirla con mejores prendas. 
  •  Lo que encierra una verdad es que estamos ante la obra de un autor genuino, que no tiene deudas que contraer, al que le da igual que le busquemos referencias, la poética de sus creaciones tienen su hechura, su vigor y saber en la capacidad de barrenar lo que no es auténtico y de dejar el esqueleto de lo que lo es. Y nos estremece.     
  • Se asomaba para ver
  • y veía siempre una interminable fluencia,
  • pero no traicionó nunca las posibilidades de la mirada.
(José Lezama Lima). 

6 de octubre de 2012

LUCIANO SUÁREZ (1976) / SE HACEN INALCANZABLES

  •  Las efigies, que un día serán las nuestras, colocadas en retablos pobres y desnudos ya no han de regirse más que por vículos totémicos, ancestrales. En ellas hemos depositado nuestra protección y guía, nuestro fondo de desamparo que nos hace descender atravesando desiertos en busca del agua y del verso.  
  •  Por eso viene el argentino SUÁREZ, ya afincado en España, y nos muestra el germen de lo que consideramos, sin reconocernos, otros yos, extraños, mudos pero que hablan con señales, guiños, miradas y huellas talladas en los mil colores impuros de la sangre.  Sean santos o malditos desencadenan pensamientos primigenios después de fantasear entre vivos y muertos.      
  •  No hay aparente dolor porque son seres que no necesitan trascenderlo, para eso hay otros altares y paredes, mas si resignación de sí mismos, de su fealdad posterior al tránsito y anterior a la gloria inalcanzable. Se muestran de cara a su salvación plástica, no hay otro temor que el perderla y desaparecer para siempre. 

  • También se percibe, y el artista lo provoca a propósito, su cansancio, su estar para huir de una vez y no volver aunque sin dejar de desaparecer. No hay otra dimensión, nos dicen, más que esa, y además no le hace falta una plano de instrucciones. La verán nada más abrir los ojos.
 
 
 
  • Mezclar proverbios, manzanas,
  • una pelea de sombras
  • entre libros y mañanas,
  • el café y las campanas,
  • las tardes que tú las nombras
  • en el libro de los Muertos.
(José Lezama Lima).

2 de octubre de 2012

WILL FABER (1901-1987) / APROVECHÉ EL SON

  •  Para artistas como FABER, alemán que se afincó en España, no hay términos que determinen situaciones al borde del agotamiento. Él subraya que la creatividad está ahí para usarla constantemente, para reinventarla y si cabe, matarla, que muerta quizá dé mayor aliento y longevidad. 
  •  Ante todo, según su presunto planteamiento, los valores plásticos han de ajustarse a indagaciones que para el autor sean su propio misterio y la encarnación de vacilaciones ponderadas y sujetas a escrutinio. No es admisible que las distintas opciones a plasmar no estén finalmente acotadas e implicadas en la luz y en la verificación que van a constituir. 
  •  Ni tampoco es tolerable que no haya una concreción capaz de ensamblar lo sentido con su momento, lo relacionado con su entorno, lo hecho con su espacio. Así fue como en su caso obtuvo su cosmogonía pictórica, no dejando que la creatividad, la indagación y la emoción mantuviesen posturas divergentes. Únicamente la convergencia le dio cumplida razón y certeza sobre su obra.    
  • Su punteado amarillo viejo
  • rectifica la presuntuosa
  • marina matinal.
(José Lezama Lima).

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