- Si cada palabra expresa una idea, cada frase un pensamiento y cada párrafo un argumento, ¿qué es lo que exterioriza en su pintura el artista español Agustín Úbeda?
- Ni nos habla de esperanzas falsificadoras de la verdad ni de imposturas adulteradas, únicamente refleja un código de superficie para orientarnos en esos umbrales celestiales chagallescos, oníricos y burlescos, que desde esa cúspide nos lanza una sustancia plástica para que a pesar de nuestros cortos límites no caigan en el olvido.
- Úbeda nos ha pillado a contrapié y no nos ha permitido fingir la mirada y envolverla en la tinta de un calamar, ni tampoco nos ha concedido colocarnos una piel de zorro para escapar, simplemente nos ha colocado ante el león e invocado con su obra con vistas a que abramos los ojos y seamos cautos en el soñar.
- Me comenta mi amigo Humberto la última noticia relativa a que El Malecón está aplicando una nueva pena copiada de Alonso de Ojeda, consistente en cortarnos orejas y narices si tomamos lo ajeno sin su consentimiento. Menos mal, le digo, que nos quedan ojos y manos para seguir relatando este sufrimiento.
- Ni nos habla de esperanzas falsificadoras de la verdad ni de imposturas adulteradas, únicamente refleja un código de superficie para orientarnos en esos umbrales celestiales chagallescos, oníricos y burlescos, que desde esa cúspide nos lanza una sustancia plástica para que a pesar de nuestros cortos límites no caigan en el olvido.
Un breve paseo por obras y artistas que infunden otra forma de mirar. Es una aproximación cuyo deseo es provocar otras emociones más íntimas y cercanas si cabe.
Wikipedia
13 de enero de 2010
AGUSTÍN ÚBEDA (1925-2007) / UMBRALES CELESTIALES
12 de enero de 2010
LUIS SÁEZ DÍEZ (1925) / CON LOS OJOS ALERTA
- La insolencia inconmensurable del artista consiste en hacernos viajar en el ir y venir de un mundo y ofrecernos después pasar a otro. No hay un momento de respiro con el fin de que la mirada se acostumbre a reflexionar al mismo tiempo que penetra en los arcanos de la proyección plástica.
- Y si es así es porque ciertas obras se conciben como una expresión máxima sin la cual no serían posibles. Y para ejemplo es el trabajo del español Luis Sáez, cuya autenticidad se desdobla en una dimensión en que hasta el tiempo ha sido sometido a la condición tutelar de lo que nos sustituye, a nosotros y a la naturaleza, en otro espacio cuya trayectoria es una pintura de seres voraces, amenazantes, peligrosos, crueles, monstruosos.
- ¿Serán signos de destrucción que tomarán nuestro lugar y lo harán desaparecer mediante una orgía de devastación augurando con ello el inicio de una nueva era renacentista? ¿O la transcripción de unas pesadillas ilusorias que estaban subyacentes? ¿O el ejercicio de una esgrima plástica que llena vacíos imaginativos y ominosos?
- Existe dentro de estas obras un sentido apocalíptico que conforman un germen universal cuyos umbrales están desplegados a fin de sentir aquello que creíamos haber dejado atrás y sin embargo está presente. El grito que nos dedica y dirige no proviene de una boca sino de una materia pigmentada que encierra lo insospechado y que afortunadamente no duda en darse a conocer.
- Amigo Humberto, me ha dicho El Malecón que él quiere, como Hernán Cortés, conquistar más mujeres que tierras, jugar a los dados como nadie, ser un gran comedor y hacer gala de un beber templado. Pero el muy ladino se guarda muy mucho de ser un virtuoso en el derroche tanto en la guerra como con las doncellas, los amigos y en antojos. Ya no hay tiranos como los de antes, me contesta.
- Amigo Humberto, me ha dicho El Malecón que él quiere, como Hernán Cortés, conquistar más mujeres que tierras, jugar a los dados como nadie, ser un gran comedor y hacer gala de un beber templado. Pero el muy ladino se guarda muy mucho de ser un virtuoso en el derroche tanto en la guerra como con las doncellas, los amigos y en antojos. Ya no hay tiranos como los de antes, me contesta.
- Existe dentro de estas obras un sentido apocalíptico que conforman un germen universal cuyos umbrales están desplegados a fin de sentir aquello que creíamos haber dejado atrás y sin embargo está presente. El grito que nos dedica y dirige no proviene de una boca sino de una materia pigmentada que encierra lo insospechado y que afortunadamente no duda en darse a conocer.
- ¿Serán signos de destrucción que tomarán nuestro lugar y lo harán desaparecer mediante una orgía de devastación augurando con ello el inicio de una nueva era renacentista? ¿O la transcripción de unas pesadillas ilusorias que estaban subyacentes? ¿O el ejercicio de una esgrima plástica que llena vacíos imaginativos y ominosos?
- Y si es así es porque ciertas obras se conciben como una expresión máxima sin la cual no serían posibles. Y para ejemplo es el trabajo del español Luis Sáez, cuya autenticidad se desdobla en una dimensión en que hasta el tiempo ha sido sometido a la condición tutelar de lo que nos sustituye, a nosotros y a la naturaleza, en otro espacio cuya trayectoria es una pintura de seres voraces, amenazantes, peligrosos, crueles, monstruosos.
11 de enero de 2010
ANTONIO POVEDANO BERMÚDEZ (1918-2008) / ROSTROS QUE ESCUPEN A LA SOMBRA
- El desgarro cromático advierte que estos rostros no reciben los santos óleos ni se encomiendan a otros lares. Conciben su sufrimiento con desprecio y aullan para hacerlo visible con su faz.
- No hay temor en el artista español Povedano a la hora de descifrar emociones, alteraciones fisonómicas, ni revelar sus sólidos recursos plásticos que saben aprehender el hedor del espejo que refleja la condición humana con su mayor desbordamiento de negación y rechazo de la misericordia o de la mortalidad inadmisible.
- Estos semblantes nos hablan y nos interpelan porque su configuración, sabiamente trazada, ha conseguido que cesen en su mutismo y que además griten ante la falta de luz en la que vivían y que hacía imposible su reconocimiento. Ahora tienen la iluminación de la que carecían, la que necesitaban para comunicar y transmitir su inmensa experiencia agónica.
- Como espectadores vemos y escuchamos con asombro que salgan del lienzo y nos acompañen con la buena intención de escupir a nuestra sombra, que antes fue la suya. Por ello, no tienen derecho al descanso ni al silencio, ni siquiera al susurro, han de caminar a nuestro lado sin quejarse y con la maldición y el esputo permanente en los labios.
- Amigo Humberto, dicen que El Malecón y la isla es un barco salpicado de sangre, como han estado siempre todos los barcos de las Antillas, que se ve cubierto bajo un pabellón de canciones: son los cantos vivos de José Martí.
- Estos semblantes nos hablan y nos interpelan porque su configuración, sabiamente trazada, ha conseguido que cesen en su mutismo y que además griten ante la falta de luz en la que vivían y que hacía imposible su reconocimiento. Ahora tienen la iluminación de la que carecían, la que necesitaban para comunicar y transmitir su inmensa experiencia agónica.
- No hay temor en el artista español Povedano a la hora de descifrar emociones, alteraciones fisonómicas, ni revelar sus sólidos recursos plásticos que saben aprehender el hedor del espejo que refleja la condición humana con su mayor desbordamiento de negación y rechazo de la misericordia o de la mortalidad inadmisible.
9 de enero de 2010
JAVIER CLAVO (1918-1994) / TOLEDO
Toledo ha sido centro de la atención de la pintura, española especialmente, desde antaño, desde cuando la sacralizó El Greco como un enclave estético y religioso configurador de un espacio en el que convergen todas las percepciones visuales, históricas y culturales, además de un refugio donde saciar el sentido de aventura, meditación y recogimiento.
Por eso, no es extraño que el pintor español Javier Clavo haya tomado esa perspectiva aérea para trazar su biografía pictórica desde la dimensión que él ha decidido para definirla y expresarla más allá de sus postulados físicos. En esta ciudad ha querido depositar la luz que profiere, describe, sitúa, amalgama y vive, que condensa y exalta, que se expande y tapiza, que vierte y derrama una lírica visual que duplica el valor de nuestra mirada.
- Toledo, en manos de artistas como éste, siempre nos descubre algo más a pesar de los siglos transcurridos sin moverse ni inmutarse, con sólo estar ahí quieta rememorando acontecimientos y vidas, piedras y templos, reliquias e historias, sin esperar nada más que nunca llegue el tiempo de la desesperación, cuando ya servirá únicamente para símbolo plástico de rastros, ruinas y despojos.
- Mi amigo Humberto y yo nos asomamos desde nuestra esquina del Malecón para avizorar en el horizonte destellos toledanos o señales de mensajes de nuestro amigo Alfonso García que estaba excavando a la búsqueda de vestigios visigodos. Enarbolamos una botella de ron pero no hubo manera de comunicarnos con él pues se había deslumbrado ante el hallazgo del esqueleto de una virgen.
8 de enero de 2010
MANUEL L.VILLASEÑOR (1924-1996) / LO PATÉTICO
- El recuerdo de la atmósfera fría, turbia, gris y cruel de la España de la posguerra, con todo cerrado y confinado, tal como estos escenarios que el artista español Villaseñor ha enjaulado en estos cuadros.
- El patetismo emponzoña esos cuerpos desnudos o capaces de sostenerse en el aire gracias a su momificación (flota para no contaminarse de esa suciedad que impide la purificación), esos recintos húmedos, sombríos, carcomidos por el abandono y el paso del tiempo. Cárceles, habitaciones, pasillos degradados por un cromatismo ajustado en su manifestación más envilecida y al mismo tiempo tan diáfana como perturbadora.
- Es una dimensión estética que nunca nos ha de faltar porque coloca ante la mirada, esté condicionada o no, parte de una historia y de un destino que son nuestros, que no podemos ignorar y que desvisten lo que siempre procuramos cubrir sin poder conseguirlo.
- Por consiguiente, la fuerza conmovedora de esas imágenes, la interacción con nuestra retina y nuestra mente -Goethe decía "toca con ojos videntes, mira con la táctil mano"- obliga a asumirlas, a trasvasarlas a nuestra carne como si fuesen momentos de luz inasequibles.
- El Malecón ha iniciado el año con perversos impulsos pues ha ordenado, en imitación al bucanero Henry Morgan, colgar a sus disidentes de los pulgares, prenderles fósforos entre los dedos y quemarles los rostros con hojas untadas en aceite. Mi amigo Humberto y yo, borrachos de ron, escapamos a gatas.
- El patetismo emponzoña esos cuerpos desnudos o capaces de sostenerse en el aire gracias a su momificación (flota para no contaminarse de esa suciedad que impide la purificación), esos recintos húmedos, sombríos, carcomidos por el abandono y el paso del tiempo. Cárceles, habitaciones, pasillos degradados por un cromatismo ajustado en su manifestación más envilecida y al mismo tiempo tan diáfana como perturbadora.
7 de enero de 2010
MARLENE DUMAS (1953) / TRAGEDIA O DRAMA
- Blanco de palidez cadavérica, negro de vértigo mortal, rojo de sangre que espesa, azul ciego, carmín desvaído, tonalidades todas en rostros que inician andudaras finales, así expresadas por la artista sudafricana Marlene Dumas.
- Estos fragmentos humanos condensan el dolor, el drama, la tragedia, con su significación más universal -¿es que nuestra civilización está más marcada que nunca por la visualización de lo luctuoso, de lo necrológico?-, y están ya vencidos, acabados, sólo les queda un hálito de vida para enfrentarse a la ansiedad y agobio del espectador antes del fin.
- Modelando esos primeros planos con la fuerza instintiva del conocimiento de lo mortal, la autora no deja otro mensaje que la propia esperanza de lo que está a punto de abandonar, irse para siempre, el término de una existencia y una historia incardinadas en semblanzas en las que el color es la imperturbable forma poética de desvelar la verdad.
- Para felicitarnos el año nuevo se acercan los sicarios del Malecón apodados El Impotente, La Perdiz, El Cojo y El Mulo. Pero también nos dicen que tengamos cuidado porque los de la Inquisición y las monjas del muro han resuelto que tenemos, mi amigo Humberto y yo, el diablo en el cuerpo y cucarachas en la cabeza. Pues nosotros no hemos notado nada, les contestamos. Y se fueron.
- Para felicitarnos el año nuevo se acercan los sicarios del Malecón apodados El Impotente, La Perdiz, El Cojo y El Mulo. Pero también nos dicen que tengamos cuidado porque los de la Inquisición y las monjas del muro han resuelto que tenemos, mi amigo Humberto y yo, el diablo en el cuerpo y cucarachas en la cabeza. Pues nosotros no hemos notado nada, les contestamos. Y se fueron.
- Modelando esos primeros planos con la fuerza instintiva del conocimiento de lo mortal, la autora no deja otro mensaje que la propia esperanza de lo que está a punto de abandonar, irse para siempre, el término de una existencia y una historia incardinadas en semblanzas en las que el color es la imperturbable forma poética de desvelar la verdad.
- Estos fragmentos humanos condensan el dolor, el drama, la tragedia, con su significación más universal -¿es que nuestra civilización está más marcada que nunca por la visualización de lo luctuoso, de lo necrológico?-, y están ya vencidos, acabados, sólo les queda un hálito de vida para enfrentarse a la ansiedad y agobio del espectador antes del fin.
5 de enero de 2010
ALFONSO FRAILE (1930-1988) / ¿CÓMO ES QUE SOMOS TANTOS ?
- Oí hablar del homocentrismo pero no sé a quién. Y su recuperación y reivindicación por la Nueva Figuración, es decir, en el sentido de la defensa de la humano, sigue planteando, en los términos de su íntima disección ocular, innovadoras incógnitas, malformaciones orgánicas impenitentes, una infiltración insaciable de la memoria estética, más rumbos no señalados, incertidumbres impropias y expósitas, inclusive un sentimiento trágico de que lo perecedero no se transmuta ni se metamorfosea.
- Sin embargo, lo significante es que la imprecisión haya golpeado a estos nuevos seres que aunque sean muy fotogénicos son incapaces de parecerse a nosotros, aun cuando su mirada sea de menosprecio porque han llegado a lo que son: una culminación cuya raíz se había fraguado en nuestro seno a pesar suyo.
- El artista español Alfonso Fraile es un confabulador y tejedor de criaturas informes que al no requerir de la forma tópica nos muestran que hay una belleza que se envanece de no latir, que sólo nos emociona y se conmueve si no parece lo que debería ser, si no "es" como el arquetipo, si carece de matriz, y si el modelo no tiene ni función ni factura.
- El artista español Alfonso Fraile es un confabulador y tejedor de criaturas informes que al no requerir de la forma tópica nos muestran que hay una belleza que se envanece de no latir, que sólo nos emociona y se conmueve si no parece lo que debería ser, si no "es" como el arquetipo, si carece de matriz, y si el modelo no tiene ni función ni factura.
- Sin embargo, lo significante es que la imprecisión haya golpeado a estos nuevos seres que aunque sean muy fotogénicos son incapaces de parecerse a nosotros, aun cuando su mirada sea de menosprecio porque han llegado a lo que son: una culminación cuya raíz se había fraguado en nuestro seno a pesar suyo.