Hay vocabularios visuales que entroncan más profundamente y directamente con la realidad social sin que por ello pierdan ni desvirtúen un ápice una visión plástica basada en un lenguaje que se rehace al compás de lo que se siente y se asimila al perfilar las formas de una representación que se infiltra en el misterio instintivo de la raza. El artista argentino Berni, en sus desocupados, abandonó a cada uno de sus personajes a su propia interioridad en un clima perturbador.
- El desarraigo, la pobreza, el dolor, la incomunicación alcanzan en su obra una plasmación que ahonda en rostros, cuerpos, multitudes, solitarios en su desamparo, en sus arrugas, en sus caras impenetrables por tanta indingencia física y moral. Y esa mujer desnuda sobre la arena en una noche lóbrega de luna llena, de tan blanca y azulada palidez como el anuncio de una muerte próxima, que mira por última vez esa oportunidad de escapar, de huir a ese otro horizonte donde le aguarda una nueva vida.
- Berti, en definitiva, no hizo abstracciones de las dimensiones de lo real, sino que las sometió a una redefinición precisa que enriqueció con unas proyecciones tan indelebles como esa cabeza de un mendigo de una villa miseria en que cada una de sus facciones es una cicatriz o muesca de su acontecer y malvivir.
Es un realismo que interpreta desde una figuración que desarrolló bajo parámetros no prescritos o caducos, al contrario, se edificaron sobre paradigmas que siempre han estado delimitándose en la nuevas magnitudes de una realidad en continuo proceso.
- Berti, en definitiva, no hizo abstracciones de las dimensiones de lo real, sino que las sometió a una redefinición precisa que enriqueció con unas proyecciones tan indelebles como esa cabeza de un mendigo de una villa miseria en que cada una de sus facciones es una cicatriz o muesca de su acontecer y malvivir.
- A mi amigo Humberto, como a Daniel Claver, le fascinan los misterios absolutos, los arcanos más sombríos, los secretos mejor guardados, pero ignoráis, les digo, que hasta ahí no podéis llegar porque están resguardados bajo pena de muerte decretada por el gran señor. ¿Tú crees, me responden, que la parca nos compensará con la gloria que nunca podremos alcanzar en vida?