LAURA CANAL (1993) / TODO QUEDA IMPREGNADO DE PRESENCIAS

Pintar es como un tránsito vital que en su modalidad abstracta adquiere sonoridades cromáticas profundas que garabatean un modo de pensar y sentir.

Tal es el caso de la catalana CANAL, que imprime arañazos, arrugas, rasguños y heridas en una superficie que a la fuerza de la lava cromática añade el pathos decisivo de la acción. 

No hay nada que desentrañar en sus obras, pues son recipientes de una densidad e intensidad comunicativas tales que procesan en nuestras miradas su influjo y su elocuencia.    

Se borró la imagen  y queda el vacío,

su vómito.

(Alma Pérez)