9 de agosto de 2019

SID BURNARD (1948) / NO LOS ESPANTÉIS


  •  Para el el inglés BURNARD cada obra que al final sale de sus manos es algo que nunca había ocurrido antes. Él la recogió desfallecida, rota, amputada, corroída, en la arena o en las rocas, y le devolvió otra vida, la del arte.


  •  No obstante, si aún carecían de ciertos correlatos formales al salir a la luz, al exponerse a las miradas, la imagen impulsa al espectador a coadyuvar y secundar al artista en la búsqueda de una identidad múltiple y cautivadora.


  •  Es verdad que con ello se demuestra que la materia, al detectarla y visualizarla en alguna parte del recorrido que se va siguiendo, pasa a  modelarse en el pensamiento igual que la forma en la luz. Y ahí se origina la creación de una realidad plástica que empieza a existir desde entonces.   

¡Resucitar bebiendo la leche del hombre,
del hombre que es madre y mansedumbre,
respirar la niebla!

(Carmen Boullosa)

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