- La calle exige un tipo determinado de arte, configurado bajo otras condiciones, ya no ese concepto de bello excluido del juicio sobre el arte y que, según L.Venturi, sólo tiene en cuenta la personalidad del artista. Lo cual hace que sea justo pensar que también haya decaído el concepto de fealdad.
- Se trataría de un modelo artístico hecho para la vista del transeúnte, no del espectador, el que según va caminando va mirando paredes, fachadas, frontis, y así hasta encontrar unos murales que ir recorriendo al mismo tiempo que preguntándose.
- Los brasileños y hermanos OSGEMEOS, graffiteros, ofrecen con arreglo a este enfoque la visualización urbana de lo que podríamos considerar un entorno ciudadano, pero con personajes propios que son tan habitantes como los viandantes, tan fantásticos como reales, tan revoltosos como los individuos.
Que mi polvo tuviera
accesos de luz
como tiene mi carne
accesos de penumbra.
(Ulalume González de León)
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