- Si nos atenemos a estos autorretratos o retratos -él nos da una pista, pero no me la llego a creer del todo- del madrileño AGUILAR, las referencias históricas a nuestra pintura y a los que la protagonizaron están claras.
- Lo que sí es cierto es que en sus obras aparecen los perfiles grotescos de una monstruosidad genial, cerebros y poses que enlazan un pensamiento plástico con la angustia transformadora de una creatividad pendiente de sí misma.
- Por eso los resultados constituyen un sueño sobre los sueños que palpitan dentro de ellos mismos, una imaginación que acaba confesando una emoción que les impelía a hacer de la belleza la más entrañable fealdad.
Me quedo adormecido,
en el único rincón donde las horas quedan muertas,
y los recuerdos son tan sólo una ilusión
de lo que nunca jamás ha sucedido.
(Tomás Martínez)
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