20 de junio de 2017

JERRY BROWNING (1954) / LOS SUEÑOS NUNCA ACABAN


  •  Un cierto estado de éxtasis sí que se palpa en estas obras del inglés BROWNING, tanto en su ejecución como en el final místico que las conforma. Incluso se ha dicho por algún artista que cuando el arte ya no es meramente imitativo, alcanza el pleno derecho a una existencia abstracta, esto es: al margen de lo real.    


  •  Bien es verdad que no hay un código de lo nuevo ni un cambio de estilo y parece evidente esa señal poética, lírica, que se trasluce, pero a menudo ignoramos y no tenemos en cuenta esos misterios de la técnica que tienen un valor esencial para esa verdad plástica que se expresa. 


  •  Por lo tanto, el artista hace hincapié en esa emoción que emana de las texturas y de la magia de unas pátinas cromáticas que son el eje sobre el que se pasa a un espacio indefinible que nos induce a tomar conciencia de una nueva dimensión.

El ya incorporado plenamente a la vida de la ciudad que es la vida de la conciencia, del tiempo de la conciencia, tropieza con las imágenes de la tradición.
(María Zambrano)

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