- Según el italiano GARELLI la metáfora luminosa del cuerpo es siempre mentira, porque la condición humana es sólo unas tiras y pedazos de duro metal cortante, en punta, peligrosas, indeseables, belicosas en su entrelazamiento. No cabe en ellas piedad, únicamente víctimas.
- Estas esculturas son como un compendio abierto de formas que esperan atrapar en sus huecos a los seres incautos, y que son fruto del quehacer de un acentuado subjetivismo que puede ser comprendido si no nos atenemos a fórmulas programáticas o determinadas psicologías.
- Cabe situar su imaginario en una irreal edad del hierro, en un inventado hombre de hierro, en una ignota naturaleza de hierro, en una remota vida del hierro y en una ficticia era de consumación del hierro que todavía estar por terminar.
Pupilas de acantilados dormidos
espejismos
con olor a MAR
(Tomy Martínez)
No hay comentarios:
Publicar un comentario