- Dice Ángela Vetesse que vivimos en un flujo de ideas, de hechos, de saberes, de mentalidades, de culturas, de comportamientos que no deja nada íntegro dentro de sí. Y ni siquiera eso es seguro, añado yo.
- Mas en el caso del mallorquín NADAL, apelamos a George Kubler cuando manifiesta que cada obra de arte importante puede ser considerada como un suceso histórico y, al mismo tiempo, como la solución trabajosamente alcanzada de un determinado problema.
- Todavía más hay en el trabajo de este autor, pues la materia que él utiliza confiere una emoción plástica y una significación que sumerge a los sentidos en un proceso casi de beatificación. Cabe perderse dentro de ella y no querer salir, cabe taparse con sus texturas, sus engrudos, sus formas, sus raíces, su cromatismo terroso y echarse a dormir para siempre. Buen reposo visual, buen pensar entre lo real que se persigue y el de fuera, ahíto de infortunio y adversidad.
¿Es tan distinto?
Ya sé, hay razones nítidas, famosas,
hay cien teorías sobre la derrota,
hay argumentos para suicidarse.
Pero ¿y si hay un resquicio?
(Mario Benedetti)
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