- Somos minúsculos y estamos conformes con serlo porque no hay alternativas, pero el paisaje en el que habitamos no descansa y puede que se esté erosionando, degradando y transmutando. Y casi ni lo sentimos, nuestro aparato óptico está ciego y el psíquico convencido de que esto es mejor que nada.
- Entonces empieza una fase nueva, la de que cualquier realidad es posible ante este marco tan inconcebible y al formar parte de ella como oriundo no necesito más que adaptarme a ella. Es la gran alegoría de cómo sobrevivir sin percibir la amenaza, de cómo asentarme sin ver, de cómo quedarme solo sin soledad.
- Para el vasco UGALDE toda temática que abarque plásticamente una sinrazón del hábitat es suficiente para ejecutar una obra que sea perspicaz, audaz y dé en el clavo. Nos da una razón para presentir y pensar en un paradigma que no ambiciona serlo, con sólo removerlo atinadamente ya hay más que de sobra.
Mis dos manos bien unidas
señalan el camino:
una el mar y la otra al vino
que en mi falo yo adivino.
(Leopoldo María Panero).
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