- Los márgenes de horror del hombre que nos agarran tomando una copa en el bar de la esquina son los márgenes también del horror en el arte. Pero en esos monstruos se ocultan caracteres infames, semánticos de pasión y odio, o quizás son simples defensores del uso de la razón, pues ella es suficiente para hallar estruendo y amputación de cabezas pensantes que no encuentran otro medio de afirmarse.
- Que la portuguesa THEMLITZ parte de una angustia y un pasado introspectivos -muy lejanos-, de inequívocas referencias a los límites que uno mismo como artista se impone, no es nada que nos condicione, la mirada tiene ya la sabiduría para captar los propósitos y la ironía de una esbeltez y belleza que son un tiempo que resbala dejándonos esta congoja entre escapularios.
- Dentro de este mundo, que en sus planos pictóricos tiende a conquistar espacios, me siento retratado y único, capaz de establecer preámbulos de un final que ya no requiere que me transforme: me veo a mí mismo como lo que soy.
- Debemos ocultar entre sonrisa y canto nuestra verdad más honda,
- olvidar que sabemos la soledad del hombre,
- porque hemos descifrado la quietud de la tierra en ese alerta inmóvil que precede al espanto.
(Ildefonso M. Gil).
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