El italiano MARIANI no tiene más convicción que recrearse y regodearse pintando como antiguamente se hacía si se había abrazado ese oficio.
Jean-Louis Pradel y Marta María Anglada afirman que parece que el último recurso de la obra de arte, a finales del siglo XX, es aproximarse como nunca a su virtualidad, o también, por cansancio o por melancolía, retornar a un hipotético oficio perdido sin tener en cuenta los abusos de confianza.
Suntuosidad, boato, magnificencia, musas en trance, erotismo, aires clásicos, cuerpos femeninos para rellenar el olvido. Voluntad de ruptura con todo el arte del siglo XX y un llamamiento para exigir un puesto, el que le corresponde, sea decadente o no, dentro de una plástica que nunca estaba para placeres hedonistas, sino para reflejar las perturbaciones, movimientos y angustias de un mundo en continuo avatar y conflicto.
- No estoy convencido de que esta representación, muy falsamente historicista, de corte canónico y salpicada de resabios y remedos, vaya mucho más allá de ser un capítulo narcisista; no obstante, es loable su vocación quebrantadora, aunque sólo sea como un pastiche o parodia, bien o no halladas, de santurronerías puristas o mojigaterías vanguardistas, modernistas o posmodernistas.
- El viento en la noche explica
- confusamente su teoría estética o
- tal vez política.
- (Blas de Otero).
Un breve paseo por obras y artistas que infunden otra forma de mirar. Es una aproximación cuyo deseo es provocar otras emociones más íntimas y cercanas si cabe.
Wikipedia
Resultados de la búsqueda
30 de abril de 2011
CARLO MARÍA MARIANI (1931) / QUIERO VIVIR LOS SUEÑOS AUNQUE SEAN DECADENTES
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario