26 de enero de 2011

JAMES VALERIO (1938) / ¿HASTA DÓNDE HE LLEGADO?

  • Si Descartes escribía que cualquier imagen es una falsificación de lo que realmente somos, el norteamericano VALERIO se ha propuesto que esa adulteración sea tan real que como espectadores acabemos viéndola con la convicción de su total verosimilitud.
    • Una visión cenital de dos cuerpos femeninos desnudos como elementos eróticos de placer propio y ajeno, un lecho en desorden abierto a la intriga, un bodegón que es una cocina de símbolos, una escena casera relamida de una burguesía aburrida de su mal gusto y una pareja de viejos que digan lo que digan es inútil, nunca se han dicho nada de verdad o de mentira.

      • No hay que darle vueltas a este virtuosismo técnico para saber que él mismo es una ironía fundida, pues tratándose de un atributo estético no deja de formar parte de la vida, es su conexión intransferible con la misma.

        • En este caso, el efecto se ha producido y la perspectiva desde la que tratamos de enfocarlo abarca la multiplicidad de espacios y secuencias del entorno, tan auténticos como los reveses detenidos de una existencia sin fraguar.

          • Todo hombre con su muerte
          • escribe un poema.
          • Todo hombre cuando muere,
          • muere (sin excepción)
          • con las rosas puestas.







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