26 de agosto de 2010

IVAN ALBRIGHT (1897-1983) / ¿QUÉ ES LO QUE CELEBRAMOS?

  • ¿Podemos catalogar estas obras del estadounidense ALBRIGHT dentro del realismo mágico? Me imagino que dependerá del espectador y de cómo se deslizará por su mirada esos cuerpos y pieles tumefactas, gangrenadas, arrugadas y devastadas por el dolor y la soledad. ¿O acaso esas fachadas epidérmicas evidencian otros sentimientos?
    • Lo indudable es que este artista maneja un irresistible don pictórico, que consiste en fundar nuevas ecuaciones cromáticas, profundizando en su textura hasta la consecución de unos volúmenes plásticos que son el lenguaje de lo sombrío, o lo sombrío el lenguaje de lo humano.

      • No hay magia, sino una técnica que no oculta su juego ni sus procedimientos, que se vale del empleo de la pigmentación justa que exuda el pellejo para caracterizar las emociones y angustias vividas, y los instantes muertos en cada uno de los rasgos corrompidos.


        • Hoy ya está anocheciendo en El Malecón. Tenemos nuestros cuerpos aparcados en el lugar de siempre, hastiados de tanto mito descalzo. Mi amigo Humberto y yo no hemos aplazado la cita para que nos demos cuenta del paso de los días. Las horas están muertas sin haber buscado la espuma de la sal ni la vagina tostada del beso.




1 comentario:

  1. Gracias por mostrarnos este gran pintor, como algunos barrocos, como Goya, como los expresionistas alemanes, siempre dispuesto a descubrirnos la "belleza" de lo "no bello" incluso de lo horrible.
    A Lucian Freud debía de gustarle, fijo.
    Isidre Monés

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