- Mark Rothko comentó en su día que "cuando era joven el arte era una práctica solitaria: no había galerías, ni coleccionistas, ni críticos, ni dinero. Sin embargo, era una edad de oro, pues no teníamos nada que perder y sí toda una visión que ganar".
- Y agrega: "Hoy ya no es lo mismo. Es una época de inmensa abundancia de actividad y consumo. No me atrevo a aventurar cual de las dos circunstancias sea mejor para el arte. Sin embargo, sí sé que muchos de los que se ven impelidos a este modo de vida buscan desesperadamente bolsas de silencio con que arraigar y crecer. Todos esperamos que las encuentren".
- Y sí, la obra del madrileño PALACIOS es fruto de un silencio oscuro que va integrándose en la muerte, es un lloro trazado que chorrea o se desespera o enseña los dientes antes de llegar al símbolo óseo de la rendición.
- La impronta técnica y significante de su obra se alimenta de una belleza agazapada en el fondo de sí misma; abre fauces, deshace máscaras, lanza una comunicación representativa y brutal, descarga emociones y el espectador no se va con un nuevo hallazgo sino con el descubrimiento de que la plástica es un detonante de sí mismo.
Pues, la esencia encerrada en la imagen en forma"carnal", sensible y apresada en concepto en forma intelectual, ha de ser participada; ha de servirnos de alimento.
(María Zambrano)