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2 de febrero de 2015

JOSÉ MÁRQUEZ VALDÉS (1961) / AMPLÍO HORIZONTES SIN SALIRME DE LA RUTA


  •  La obra del cubano MÁRQUEZ, de nuevo en Vivencias Plásticas, ha tomado otros derroteros, quizá porque, como decía Bonito Oliva, la idea de que el arte transforma y modifica, en el sentido de que da forma e intención a la energía del mundo, se corresponde, en la historia de la cultura, con el proceso alquímico. 


  •  Cierto que él no deja de insistir en que la superficie siga relatando sus bases abstractas, aunque no ciegas, incluso que se forzase y densificase más, superponiéndole más capas, papeles, desgarros, pigmentos, hasta la ilusión de unos animales rondando por encima de ella.   


  •  Pero también es evidente y coherente que sean los cimientos de unas estructuras constructivas derrotadas, abortadas, abandonadas, como unas biografías sin parada y fonda. No hay pulcritud cromática que valga, ha de manifestarse un reverso tan viejo y cansado que llegada su última hora ilumine, lance destellos postreros de una existencia que resiste y aguanta hasta sumergirse como la plataforma cósmica que nunca llegó a ser.  


  • Por tanto, muestra una creatividad que parte de un conglomerado fructífero de lo material, lo hace vivir y transmitir con tal desasosiego e inquietud que parece una estación final desde una dimensión que no nos es desconocida pero sí ignorada por ser territorios de naufragios sin tesoros.  

Al blanco bosque del poema llega
tras buscarse entre negras sombras, cada
vez que el oscuro perro de la nada
le ladra su vacío, o si se entrega
a sus más turbias obsesiones.
(Lorenzo Oliván)

31 de enero de 2015

LUDMILA SEEFRIED-MATÊJKOVA (1938) / ME HAN ACOMPAÑADO SIEMPRE


  •  Decía Francis Bacon que la biografía de un artista puede ser el punto de partida para la interpretación de su obra. Y claro que ese punto de partida es evidente en el caso de la checa alemana LUDMILA, porque en sus personajes la piel es tanto un límite como una superficie (la que ella misma retuvo). 


  •  Se han quedado como autorretratos a los que se les ha quitado la máscara y ya no tienen donde posar la mirada. Por tanto, repite Bacon, es erróneo concebir su soledad y silencio como sinónimos, puesto que la soledad habla continuamente, incluso grita. 


  •  Las efigies, estáticas, inmóviles, melancólicas, se sostienen con el fin de mostrarse como una vez fueron, como una vida, la suya, que se hundió sin ser protagonistas sino perdedores, aciagos perdedores que han extraviado el habla, y que si son obesos por casualidad es por no comer y servir de modelos de una utopías caídas en el descrédito y el exterminio.    

Y con qué rapidez
tanta luz concentrada se dispersa 
en mi sangre entre sombras.
(Lorenzo Oliván)

26 de enero de 2015

MIKE TRACY (1951) / CONFÍO EN QUE NO MIENTAN


  •  Si no vale la pena vivir una vida no criticada (Sócrates), tampoco lo vale el que no seamos autorretratados y caricaturizados, pero con la condición de un lenguaje luminoso que permita el júbilo de la mirada cuando se produce el reconocimiento. 


  •  Reconocimiento que, al final, el americano TRACY, sitúa en el contexto de una sociedad confusa, caótica  y atribulada del presente, dejando que sus personajes se conviertan en carnavalescas efigies en libertad de callar, decir, sufrir, tocar, cantar, mentir, disparar o volar. Ellos son los señores de su espacio y no acatan dogmas que no vengan cifrados.   


  •  Desmitificar desmitifica a la vez que deforma y desaliña. Pero también embellece y parodia, además de conformar en el estilo de la mejor tradición y embelesar con una plástica de la fealdad y del tiempo sin marcha atrás. Conjuga, pues, lo que es conjugable y arma una desazón de fondo para que no nos quedemos en la superficie.   

No me escandalizaré cuando una lenguas murmuren puta, no,
porque yo reclamo con desesperación esa tregua
que me haga sentir hembra.
(Ana Isabel Serrano)

24 de enero de 2015

NICOLA SAMORÌ (1977) / ESTOY CIEGO PARA NO VERLO


  •  Son los muñones quienes nos miran,  ellos mismos nos sitúan, nos ven y no tenemos más remedio que quitarnos las máscaras, porque siempre hay que regresar a la tradición, aunque se debe violentarla antes, ultrajarla, confundirla, destruirla.......porque si no lo haces tú como autor, lo hará ella contigo (Francis Bacon). 


  •  Quizás el italiano SAMORÌ no sea tan consciente de ello como de espantarse a sí mismo, negarse, deformarse y mutilarse. Es una humanidad que no ha llegado a ser, a constituirse como tal, tal si fuese un espíritu maltrecho que deja huella en la materia, que la hace a su imagen y semejanza.  


  •  Es de una perfecta clarividencia en sus intenciones, que las hace salir de su ocultamiento, que crean esas formas plásticas a su pesar de la disconformidad de las mismas, con su dolor y patetismo, con sus trozos de carne seca, mugrienta, indefensa. Sus obras son viscerales, con el vértigo del pathos a sus espaldas y la muerte a la espera, aguardando extasiada en cómo se va cimentando.  

Dejando al viento a su dirección, con el alma entregada y un
enorme castigo de silencio.
(Ana Isable Serrano)

20 de enero de 2015

SUSIE GADEA (1953) / CLAVES EN SILENCIO


  •  Viene a cuento de la obra de la peruana GADEA las palabras de Matisse en lo referente a que el color contribuye a expresar la luz, no su fenómeno físico sino la única luz que existe de hecho, la del cerebro del artista. Cada época lleva consigo su luz particular, su peculiar sentimiento del espacio, como una necesidad. 


  •  Yo diría que más que cada época, es cada artista el que encuentra esa vivencia a su escala: la medida del gesto pictórico apropiado a la imagen y el medio que utiliza. Ser capaz, como escribía Eco, de restablecer, después de cada golpe originado por lo nuevo, el equilibrio orgánico sobre el que descansa, incluyendo las nuevas adquisiciones en otro sistema de comportamientos espontáneos y reflejos.  


  •  La plástica de esta artista, de una abstracción lírica que busca una intemporalidad basada en la delicada pátina cromática, se encamina por derroteros propios en los que la soledad y el silencio son los interlocutores que expresan el anhelo a la mirada y a su sensibilidad necesitada, como un suave rumor visual que hay que recibir con un mutismo secreto.  

Bicolores....malvas, grises, amarillos, azulones
caen ante mis ojos, ante mi inmóvil presencia,
parpadeo, sonrío y muero sin remedio.
(Ana Isabel Serrano)

18 de enero de 2015

OLIVER CZARNETTA (1966) / LA MEDIDA DE MI CEREBRO


  •  En el interior del cerebro del hombre siempre hay profundos misterios, pero no merece la pena desvelarlos sino es a través de un material como la resina para explorar así mejor sus condiciones y capacidades plásticas.


  •  Con ello, el alemán CZARNETTA, da proyección a signos, manchas, palabras, que en una testuz  impregnada de sustancia cromática infunde una sensación de estar ante otro sentido de lo que es creativo cuando se manifiesta. Estaba dentro y ahora ya se lo puede mirar, viene a decirnos. 


  •  No cabe duda que es una apuesta entre lo simbólico y lo innovador, entre lo que era un hábito perceptivo acomodado a lo que es un nuevo planteamiento de diferente categoría, en el que destaca su aspecto visionario e iluminado.  

Ese diablo que habita en un reino desolado y frío, monótono
y aburrido. Que sonríe taciturno y silencioso es quien ha
manipulado su vida.
Es quien mandó su paraíso al olvido,
quien dejó en penumbra su alma.
(Ana Isabel Serrano)

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