- Es cierto que es una necesidad de parte del arte actual mostrar que lo que existe lleva, finalmente, a una singular manifestación o puntualización de lo asqueroso (Castro Flórez), pero también a lo erótico, lo anatómico, a lo orgánico y fisiológico.
- En lo que respecta a la obra del holandés VAN LIESHOUT no me resisto tampoco a a volver a citar a Castro Flórez cuando señala que son muchas las paradojas del arte moderno, embarcado en una pretendida liberación (social, de los instintos, de la tradición) que termina por resolverse en ambigüedad (negativa), aunque también puede ser entendida como potencia liberadora.
- Efectivamente, este autor postula una visión morfológica mutilada o en trance de definición, liberada, provocadora y narcisista. No caben términos medios sino objetos producto de una realidad cotidiana que se ha vuelto loca y se expresa imaginando un pensamiento diseccionando un axioma.
Vengo a buscar una tarde compacta,
a rescatar un sábado enemigo,
el ruido y el olor de una calle desierta,
el sol invicto que delata los trópicos,
los tiempos de matar y de lluvias reales,
de creer en mujeres besadas hasta el odio
en playas desiertas hasta la desesperación,
en momentos vividos hasta el bostezo,
en espadas hundidas hasta la felicidad.
(Mario Trejo)
- El cubano residente en España SALVÓ quiere llevar claramente la contraria a Baudrillar en eso de que el arte se ha vuelto iconoclasta, y que esta postura iconoclasta moderna ya no consiste en destruir las imágenes, sino en fabricar una profusión de imágenes en las que no hay nada que ver.
- Por el contrario, veo en su obra una pasión por ofrecer grandes visiones, barrocas historias, complejas organizaciones, un enorme sentido plástico para la combinación de imágenes tan dispares, hasta alcanzar un dominio figurativo que aúna fantasía, realidad, juegos cromáticos de luces y sombras, testimonios, secretos, creencias y una confrontación con la sensibilidad y el conocimiento del espectador, que a la par que se ve absorbido por esas figuraciones se pregunta por la maravilla que las perpetra y a la vez hasta las condena a ser entes en un espacio extasiado e infinito.
Después de consumirme,
la lava vestirá mis blancos huesos.
Qué sólo el mar me apague.
(Adela Tarraf)
- Hay realidades, épocas, tiempos, espacios y naturalezas humanas que sin artistas como el gallego SOUTO quedarían ignoradas, desaparecidas y olvidadas. Porque, a pesar de su origen, su maestría las hace universales.
- Este histórico, con una caligrafía adecuada para cada representación concreta, pero matizándola en lo sombrío, en lo duro, sufrido, penoso y cruel, erige un mundo cuya plasticidad es honda, curtida y acorde con los valores de una modernidad que sonsacaba las verdades a machetazos.
- Es esencial contemplar esos tintes, esas gamas, esa producción tan cuidadosa con el ser en sí mismo y con lo que proyecta, con la imagen que en cierto modo se postula como una idea vengadora o patética, despiadada y al mismo tiempo resistente.
En definitiva uno acepta, pálido de terror,
que da igual morir en cualquier parte
y por cualquier muerte.
Rafael Jijena Sánchez)
- En esta historia acumulada, borrosa, nebulosa, lo indefinido es lo más concreto, esa experiencia de la ambigüedad de la que habla Gianni Vattimo, que es, como oscilación y desarraigo, constitutiva del arte.
- Y añade que éstas son las únicas vías a través de las cuales, en el mundo de la comunicación generalizada, el arte puede configurarse (no aún, pero sí quizá finalmente) como creatividad y libertad.
- Por eso, las obras del argentino STUPÍA están llenos de claroscuros borrascosos, de dibujos de azar, de signos tachados, de paisajes desflorados, de negaciones clasicistas, de agujeros negros, de torbellinos que no descansan, puro movimiento de una razón plástica que está por descubrir.
Alguna vez
la pobreza universal
levantará su cálida marea,
destruirá el laberinto,
iniciará
la única aventura.
(Horacio Armani)
- El paisaje, del tipo que sea, es, además de un género, un motivo eterno para los artistas, que ven en él la creación, la mutación y la metamorfosis constantes que desde hace milenios se vienen produciendo.
- Para el chileno VEGA son de un modo u otro su propio retrato, su forma de encarar su trabajo, los retos y dificultades que le supone, el ansia de visualizar, de plasmar esa naturaleza con el rigor propio de un poema lleno de cantos plácidos o enfurecidos. O simplemente lamentos.
- Y también consigue que como espectadores nos situemos junto a esas imágenes marinas para verificar si esconden lo que suponemos o son más secretas todavía, pues su soledad no deja lugar a dudas, ni su silencio sonoro, ni su luz rememorada y múltiple. Atmósferas y espacios que nos piden tiempo, calma y encuentro.
Me llamo viento, me conozco nube,
me nombre por caballo sin asombro;
me entierro en surcos, vuelvo con el brote,
me palpo en la pelambre y me compruebo.
(León Benaros)
- Echando un vistazo atrás nos encontramos con el canario, hoy bastante desconocido, MARTÍN FERNÁNDEZ DE LA TORRE, un simbolista y modernista que materializaba sus sueños pintando al borde del océano.
- Para muchos construyó una obra decadente, muy homoerotizada, que no engancha con la realidad de su tiempo y en cambio mitifica esa inmortalidad que no es tal sino una moda pasajera.
Sin embargo, sus inclinaciones cromáticas y formales, su figuración, tienen la contundencia de una energía tan desbocada como esa inmensidad marina de la que surgen los monstruos que nos habitan, esas odiseas entre mágicas y crueles, que en el fondo no son otro modo de ensalzar la vida, la aventura y el viaje.
Contra tales miserias de literatos nupcias putas y periódicos
ella hace girar
la rueda de sus senos de hembra inmemorial
ha regresado cantando desde los cangrejos
de la playa
piernas de campesina brillantes en los anillos del sol
Años y años.
(Enrique Molina)
- Hace unos días en Costa Rica, en enero en Berlín y en julio probablemente en Pensilvania. La vocación universalista en la obra del hispano-español ALARCÓN ECHENIQUE tiene su correspondencia en estos itinerarios que la van enriqueciendo al mismo tiempo que la van completando y la dan a conocer. Universalista, pues, en vocación y en su recorrido. Por eso sus micromundos enlazan la realidad moderna y del presente con el pasado clasicista, la tradición y el sentido renacentista.
- Sus coreografías envolventes se originan de afuera a dentro, se engarzan unas a otras, arrastran seres pequeños confusos en búsqueda permanente de su lugar y se encuentran con otros en la tesitura de unas diacronías que son resumen de vidas, infortunios, historias, iconografías, sucesos, raíces y creencias. Para ello, las líneas de sus dibujo son totalmente sutiles, ingrávidas, múltiples, ríos plagados de meandros que forman contornos circulares, al igual que las existencias que se conciben como ciclos, tal es la fuente de sus imaginarios caribeños que van desde lo ecuménico hasta lo cósmico.
- Pero sus gamas blancas y azuladas, las que incitan a la luz, alcanzan el factor de sublimidad que las sitúa dentro del contexto que conforman, mientras las oscuras y sombrías construyen el contrataste que necesita la visión, porque son los espectros que nacen de su vivencias, del bagaje cultural, étnico, social y testimonial. Al fin y al cabo son ensueños agarrados a la tierra, al Malecón isleño, al cuento de nunca acabar pues para él todavía está empezando.
El silencio y lo dicho y lo sufrido
crecen como la hierba y la corriente.
Déjenme mi pasado y mi presente,
terco río en la voz y en el oído.
Juan G.Ferreyra Basso)