- Es muy difícil conectar con una nueva y vieja forma de hacer sin paisaje sin pensar que ya está visto, muy difícil encontrar otro medio de recuperar la paz de su luz, la armonía en su textura, el lenguaje preciso que está de acuerdo con el sentimiento de plenitud.
- Lo que nos señalan estas obras del alemán FRÖHLICH, artista afincado en España, es una deriva plástica que no estaba cerrada, que tenía todavía en su seno unos horizontes que eran en sí mismos piel y alma.
- No ha dejado a nadie humano penetrar en ellos para que no rompiesen su hechizo, su amalgama solitaria de formaciones cromáticas que diseminan los cromosomas de una pintura que siempre nos deparará el hallazgo con el que seguir mirando.
- Si esto es la vida, Dios,
- si éste es tu obsequio,
- te doy las gracias -gracias- y te digo:
- Guárdalo para ti y para tus ángeles.
(Ángel González).
- La fuerza del dibujo reside en que la mano del artista sea capaz de encontrar la interioridad que luego transparenta, la intensidad contenida que después se hace un suceso extraordinario que al contemplarlo se queda fijado en nuestra mirada con sus señales imborrables.
- El mexicano MARTÍNEZ LÁZARO aprovecha su magnífico trazo para dejarse ver a través de otros, para imprimirles el rasgo decisivo que les falta, la característica que les hace reconocerse sin necesidad de lo cóncavo o convexo. No es lo específico de la caricatura, es lo atribuible a un sentido plástico de unos rostros que se abren en mil recovecos y no cejan en la seguridad de que son más que ellos mismos.
- Para sobrevivir se precisa que la línea no se desdibuje, se concentre sinuosa y cerebral, calculadora y desapasionada, pero en su conclusión ha de estar viva y enardecida hasta que la imagen sea un reflejo de sensibilidad y convicción.
- Pero hoy,
- cuando es la luz del alba
- como la espuma sucia
- de un día anticipadamente inútil,
- estoy aquí,
- insomne, fatigado, velando
- mis armas derrotadas,
- y canto
- todo lo que perdí: por lo que muero.
(Ángel González).
- ¿Son elucubraciones o sigo el éxtasis de la alucinación de unos mandamiento surreales para mi propio uso? Confío, de todas formas, en que no se entienda y sí que se sospeche, en que no se vislumbre y sí haya una sentencia de soga y condena.
- El hecho de que yo, el autor, el español ARREBOLA, esté dentro y no salga hasta el término de cada obra les debería hacer fijar la atención en las innumerables señales que he dejado. Sírvanse de ellas y cifren como espectadores lo indescifrable.
- La estructura de cada escenario no derrocha un mínimo de quimera, sin necesidad de densificarla ni deconstruirla. Y comprobarán que al final no falta nadie, hasta Usted mismo se reconocerá pues va sin máscara.
- Es la noche y el sueño: no te inquietes.
- El silencio ha crecido como un árbol.
(Ángel González).
- Moody es un artista jamaicano de profundas creencias ancestrales, las que gracias a sus capacidades plásticas no van a perderse nunca, pues él sabe como hacer que funcione una nueva transmisión de esa cosmovisión que se esconde dentro de ellas.
- Rendimos tributo a la fuerza y energía que emanan de esa efigies, de su poder para penetrar en los misterios del tiempo y en los sueños irrealizables, en el tránsito de lo humano a divino o viceversa. No están ahí para acecharnos, sino para percibir que a través ellas los itinerarios hacia la vida no permiten desalientos.
- Parecen como si hubieran atravesado siglos para acercarse a nosotros, mostrarse y pedirnos que como espectadores no hagamos morir lo que ellos representan como vivencia única y universal. Por mi parte aclamado queda.
- Solsticios y equinoccios alumbraron
- con su cambiante luz, su vario cielo,
- el viaje milenario de mi carne
- trepando por los siglos y los huesos.
(Ángel González).
- Cuando volvemos al expresionismo abstracto surge más debate, más polémica, más desacuerdo y más discusión. Lo bueno es que se replantean los hábitos y suposiciones propios y ajenos. Y empezamos a ver de otro modo y como consecuencia a pensar y actuar de otro modo.
- Con esta corriente, tan americana, se desafiaron dogmas, axiomas, se desbarataron convenciones y códigos y se iluminaron mentes y emociones. Se pusieron a pensar y gesticular en otros términos. Y también a intuir instintivamente.
- El norteamericano POUSETTE-DART es un ejemplo íntegro de ese sentir y percibir, de esa entraña que va desde el vértigo a la víscera, desde la estructura misma que tiende sus entramados conforme a sus fines predeterminados a ese caos que quiere envolverlo todo como el hilo de una vida que va dejando huellas inseminadas que estallan en la mirada como un laberinto del que no se sale.
- Pienso en sangre ávida, que apartándose va;
- en esas misma cosas que ya no diré más;
- en tus manos, volviéndose manos desconocidas,
- caminando hacia el humo con angustiosa prisa.
(Roberto Fernández Retamar).
- Siempre hay que jugar con la ocultación y la evidencia porque las imágenes nos incitan a ser una parte activa. Se dice que el espectador habrá de concretar, de dar un sentido, de experimentar la obra con arreglo a su propia capacidad para vislumbrar sin dejarse engañar.
- Por eso en la obra de la artista española LASHERAS encontramos distintas dimensiones interrelacionadas, en las que las formas abren un cuerpo interior de diferentes claves y lecturas. Una significación que no ceja en mostrar un misterio que no persigue ser desentrañado.
- Percibimos la singularidad, la estructuración incógnita, el secreto, la huella, hasta el mito y la leyenda. La pátina cromática parpadea y está compartimentada, es un signo más que entraña una voz que susurra y delimita.
- Si queremos que sean historias o relatos pueden serlo, pero también pueden concebirse como el instante en que el arte es un retorno sobre sí mismo, se piensa como sujeto y objeto y sobre eso no hay ni final ni ceremonia.
- No dejo nada, nada, furia o pez en el aire, breve fantasma
- del mediodía sobre las nubes de cemento.
- Cierro las puertas y la mancha de mis párpados,
- y huyo más del cielo, descendiendo de escalón en escalón,
- de muerte en muerte.
(Fayad Jamis).
- La pintura del sudafricano JANTJES presenta esas connotaciones místicas, simbólicas y ancestrales de un pueblo de profundas creencias ancestrales. Se plasma en unas vivencias que tienen un pie aquí y otro allá, que se interpenetran y se formulan como una cosmogonía que nunca ha dejado de estar a la espera.
- Hay un juego de la memoria que no cesa y un carácter de cuento infantil narrado a la luz de la luna, unos espíritus en constante movimiento y una muerte que es como un final soberbio de diálogo y nueva visión.
- En toda su obra el misterio contagia, la luz se apaga o es espesa, o abarca densidades de fuego. Es una plástica de poesía inconfesa, agarrada a la incertidumbre sin ensueño, a un fluido sin reposo, a una navegación incierta empeñada en la búsqueda de los orígenes aunque la noche esté sola y se incendie el día.
- Estoy conmigo, pero tengo miedo.
- Andan cerca rumores misteriosos.
- Interfiero demonios neblinosos
- y la tinta hace luto por mi dedo.
(Carrilda Oliver Labra)