- Del color se han hecho paradigmas y su historia va en paralelo a los hábitos y evoluciones de unas sociedades y civilizaciones que lo necesitaban. Con él aprendieron a ver más, mucho más, y además comprendieron, analizaron y reflexionaron.
- El venezolano HERRERA, en sus obras, pondera, exhorta y considera, marca otros factores a tener en cuenta, hace que las líneas emocionales y que los rompecabezas encajen todas las piezas, que cada una de ellas sea referencia de sí misma y de lo que el espectador ve en ella.
- Despliega sus grandes formatos como un juego lúdico en que unas historias de la abstracción conviven y se interrelacionan con otras, después hasta se entremezclan y se hacen más explícitas, más envolventes y dinámicas. Han dejado de tener secretos, sólo el esparcimiento articulado las desarrolla y las impulsa a perseguir nuevas experiencias que hagan impacto en la mirada y a partir de ella puedan ser transgresoras.
- Piso tan solo una palabra
- que me salve. Pido tan solo
- una palabra.
- Y así sé
- que nos vamos quedando solos.
(José Hierro).
- Los colores sombríos son los nuestros, los que ha inventado este país, los que han acompañado nuestra historia con sufrimientos y lamentos sin ceremonias, aunque cuesta mucho deprenderse de los ritos y vaciarse con la verdad a cuestas.
- El madrileño MARTÍN SILVA no es un pintor de corte, no hay que confundirlo, es un artista que evoca las sombras aun cuando el sol esté alumbrando. Y un artista que no necesita modelos sino encajar las piezas, resolver los puntos oscuros del imaginario, calibrar los destellos que al final aparecen en la visión y nos confirman que la pintura, cuando nos toca de cerca, es honda y conturba.
- Introduce lo contemporáneo porque es su salida al mundo, desde la que otea el pasado y deja un margen para el futuro. Evidencias muchas, consistencias todas y referencias las que uno, como espectador, se empeñe en traer a colación, si bien no hace mucha falta, porque su obra habla por sí sola.
- Esta noche he perdido
- la esperanza. Desborda
- mi río sus orillas,
- se pierde entre las sombras.
- ¿Me salvará la vida?
(José Hierro).
- Decía Baudrillard que la imagen primero fue reflejo de la realidad, después se convierte en máscara y perversión de la misma, más tarde en la máscara de su ausencia y acaba no guardando relación con ella, cualquiera que ésta sea, ya que se ha transformado en su propio y puro simulacro.
- Tal conclusión no es siempre válida, porque en el caso del gallego VILAMOURE no hay tal disfraz, sino que se percibe una realidad que tiene la profundidad subterránea de un sueño que rompe sus axiomas contra muros que ya no pueden impedir reflejarnos como seres metamorfoseados (sin estar pervertidos), aunque conserven nuestros mismos genes y pérdidas de candor.
- En esos espacios fríos que buscan al personaje, éste nos intimida, nos invita o le parecemos extraños carentes de la sensibilidad necesaria para participar de su mundo. Como espectadores nos parecen unos dobles que nos miran como lo que somos y por tanto nos dan la mínima importancia de lo que no sabemos ver ni sentir, pues el pathos se ha aposentado en ellos y no en nosotros.
- Y girar sin fin en el alba
- con la oscura palabra dentro,
- con el cantar a flor de vida
- ignorando el remoto término.
(José Hierro).
- ¿Cuál es el sentido de estas tiras pegadas, colgadas, arrastradas, envolventes, horizontales o verticales? Podemos guiarnos por dimensiones conceptuales o simplemente verlas como esculturas o incluso instalaciones que encienden la mirada de sugerencias.
- Podemos verlas desde fuera y recabar su misterio aunque se resista a manifestarlo, o imaginarnos desde dentro como si fuese un túmulo, el nuestro que nos aísla y nos deja entre unas rejas frágiles pero indestructibles.
- Desde luego, son soluciones formales que comportan hallazgos que ponen en aprietos la mirada, que trata de vislumbrar lo que tienen de parangón con el entorno, con su situación, o con las mentiras que no tienen preguntas.
- Pero se han ido haciendo
- las palabras difíciles.
- (Oh, había tantas cosas
- que decir, tantos límites
- que precisar, tan dura
- ciencia que dar, tan firma
- voluntad de cantar
- para luego morirse....)
(José Hierro).
- Es una lección plástica de historia natural, de convivencia, de pasión por la naturaleza, de acercarnos a un prodigio que todavía sobrevive, que no está enjaulado sino libre, pero que parece quedarse sólo en imagen si los vaticinios que concebimos siguen siendo funestos.
- Ni siquiera hay violencia, lo que se ve es una vida animal que sale al aire, que invade el día, que llena el universo y proclama su derecho a la existencia, tan plena como la que disfruta el espectador, con instantes terribles y álgidos, pero con la mágica luz que puebla la tierra.
- El norteamericano FORD se ha metido en una aventura lejos de lo conceptual, de lo minimalista y demás tendencias afines, y se ha embarcado en una concepción de la pintura como representación e imaginario, como acontecimiento, pensamiento, goce y reflexión. ¿Quién va a impedírselo?
- Sé que somos la suma
- de instante sucesivos.
- Ceñimos rosas fúnebres
(José Hierro).
- Somos dianas de nuestras propias monstruosidades. Y ellas son las que nos redimen, las que practican con humor y pesadilla con nosotros. Ante lo cual no podemos negarnos, nos lo merecemos, aunque siempre que se trate de verdugos, no de víctimas.
- Para el venezolano VAS esa iconografía es el resultado que ve en su época, la que percibe a su alrededor y la que luego plasma con tanta energía y resolución. Líneas y contornos son categóricos, desgranan una tesis que viene de muy atrás pero que sigue vigente.
- Las formulaciones cromáticas son hasta socarronas, manifiestan su gozo en despertar distanciamiento y reparos, amedrentan guardándose la baza de que la realidad es más sórdida, aunque los que fijen la vista no quieran creérsela. El prominente belfo no miente y es todo un manifiesto.
- Por qué no apresas el dolor errante.
- Por qué no perpetúas el instante
- antes de que en tus manos se deshaga.
(José Hierro).
- Decía Gorki que la vida siempre será lo bastante mala para que nunca desaparezca en el hombre el deseo de algo mejor. ¿También lo afirman estos pequeños seres que la artista uruguaya MÉNDEZ ha sacado a la luz?
- ¿Responde su obra a lo que se refiere Félix de Azúa cuando escribe que lo que comienza con Goya es el nacimiento de los demonios personales como arquitectura y ornamento de la personalidad, último contacto con las potencias feroces de la tierra?
- ¿Demonios personales atados, asustados, atrapados, capturados y encerrados, que en realidad son víctimas? ¿Es una alegoría sobre la humanidad en la zona sur de un continente? ¿O la simple expiación plástica de lo que veo, imagino y sé cómo traducirlo para las miradas escépticas? Preguntas y respuestas que están ahí, que no equivalen al valor plasmado si no elevan la condición de esos aparentes muñecos a su auténtica filiación perpetrada.
- ¡Tanta luz, tan oscura pregunta!
- Tan oscura y difícil palabra!
- ¿Tan confuso y difícil buscar, pretender com-
- prender, y aceptar
- y parar lo que nunca se para.......
- (José Hierro).