- La obra del artista cubano GOVÍN la he mostrado en este mismo blog este mismo año y la he catalogado hasta de apocalíptica, tal era la dimensión en la que nos enrolaba y tal era su visión agónica y dramática.
- Ahora, en esta nueva etapa, sin dejar su marchamos estilístico identificatorio, las fisonomías y entidades ocupan e interpretan un espacio, que sigue totalmente concentrado y saturado, pero es más íntimo en la estructura montada, abriendo concavidades internas que exploran y reflejan los avatares y melancolías del ser, esa fugacidad que no quiere irse porque necesita altares que la consagren.
- No obstante, en otras piezas el magma cromático retoma el caos -es su impronta como creador- como una medida del desconcierto vital que nos inunda y sumerge, quedando como esa isla a la que añora y en la que las desatadas tempestades, metafóricas y reales, obligan a algunos a ir boca abajo en ocasiones y a converger en distintos niveles y pesos específicos de una desierta utopía.
- Desde luego, es una pintura muy trabada y trabajada, europeizada en ciertos compases aunque partiendo e incardinando los propios, los místicos caribeños, orígenes que son los que en definitiva le conciernen como una representación auténtica y renovadora, emitiendo un mensaje entre la emoción y un sentido agudo de lo que ha de ser conocido, a partir de unas formas que envuelven con la fuerza de un destino incierto, ése que, por una parte, se carga a la cuenta de pérdidas, mas, por la otra, se acumula a la de las fértiles ganancias plásticas.
- Entremezclados el furor y el delirio,
- van a romper su oscura clara de huevo,
- ni una antigua edición ni una piel nueva,
- ni las flechas para un aprendido martirio.
(José Lezama Lima).
- HEGEL peroraba que considerando su determinación suprema el arte es y sigue siendo para nosotros, en todos estos respectos, algo del pasado. Pero él mismo incidía en su contradicción, pues si el arte es esencia, a la esencia misma, argumentaba, le es esencial aparecer; la verdad no sería tal si no pareciera y apareciera, si no fuera para alguien, para sí misma tanto como el espíritu en general.
- Por eso Heidegger lo tiene más claro, mucho más, pues, conforme a sus palabras, el esclarecimiento de lo que sea una obra de arte no es más que un intento más de esclarecer el sentido general del ser de lo existente, y atendiendo a Gillo Dorfles, acompañada, obvio es, de su vaguedad, su polisemia, su componente metafórico y metonímico, que es lo que en definitiva la significa.
- Pero incluso en el caso de las realizaciones misteriosas e icónicas del bosnio BERBER, recientemente fallecido, la obra de arte no sirve sólo de pretexto para una experiencia visual, sino que tiene, además, una función cognoscitiva (Catherine Millet).
- Es más, ante esta propuesta pictórica tan plena y de tan amplio recorrido plástico, me veo hoy, quizás por circunstancias que no me inspiran confianza, en la imposibilidad de verbalizarla y reducirla a conceptos, que lo más probable es que estuviesen desacertados. Por lo tanto, dejemos que el poeta prosiga. Y que esta obra quede en la memoria.
- Las abiertas cuchillas de las aletas
- van manchando la plumilla de las olas,
- reciben el memorial sellado
- de los cisnes ciegos, tocados por la chispeante
- vejiga natatoria
- y sus preguntas de energía ceremoniosa.
(José Lezama Lima)
- Si cualquier cosa puede ser arte, es inútil seguir produciendo obras de arte. Sin embargo, la obra del cubano SALVÓ proclama que no todo es arte y que merece la pena seguir construyéndose, a la par que creándose, una constelación que configure macrocosmos pictóricos de ecos múltiples.
- Si partimos de la base de que la pintura es inagotable, el autor la hace todavía más dado que es un lenguaje del que él cada día toma una nueva dimensión, desde una histórica hasta otra plástica, desde una social hasta otra clásica, desde una política hasta otra religiosa.
- No deja de plantear perspectivas, variables representativas, diversos enfoques, complejas estructuraciones en la configuración de un quehacer integrado que continuamente bucea en las calidades cromáticas, en los planos, en los encuadres, en la delineación prodigiosa y combinatoria de distintos niveles.
- Son trabajos denotativos y connotativos -hechos y magia- de una historia de la pintura, del arte, que señalan una persistencia renovadora, de un enriquecimiento merced a acontecimientos, procedimientos y talentos. Quizás en el mundo artístico sorprendan estos rescates que son pura fruición creativa, una consumación tan singular como sintáctica, y una extractada producción que se ha venido sucediendo mucho tiempo entre la aclamación y la penumbra.
- Todos los de hoy no estaremos mañana, por ellos trata de reflejar,
- inmortalizar lo más puro, la esencia de cada hombre.
(Felipe Alarcón Echenique).
- Hasta la abstracción de un creador cubano se expande conforme su chorro absorbe la luz caribeña de la isla, las formas del amanecer y del sueño, los enigmas que pintan la lasitud del tiempo y la fuerza de arribada del valor de los símbolos.
- SORIANO conmutó la pena de muerte por el renacimiento de unas matrices de las que se nutre un cosmos sumergido entre lo celeste y un liviano mar congelado y devuelto a la vida. Tiene el don de la sustancia y la epifanía.
- Y hasta puede acariciar el infinito y hacerlo de una vestidura visiva, de seda y acero. Por ello, esta obra está considerada como una de las más grande de Latinoamérica en el siglo XX, y sin necesidad de ocultar la fuente de sus orígenes ni las procesiones que surgiendo de la forma se propagan hasta inundarse de la esencia última.
- Habana a ti vuelo en espacio-tiempo, y aunque
- lejos esté mi espíritu, estarás siempre
- presente.
- En cada esquina del malecón o en los vitrales de
- su antigua catedral barroca.
(Felipe Alarcón Echenique).
- Cuando se habla de la creciente intelectualización, desestetización o desmaterialización de la obra de arte, aparece el cubano ESTÉVEZ y lo estropea todo, aunque sus personajes, alegoría robótica de una reflexión de corte futurista, están ensismimados por este debate.
- Pero el telón que se alza no genera ni incomprensión ni distanciamiento, al contrario capta y gravita sobre unas realidades que se mueven entre elementos articulados, artificiales, para pensar dentro de unas superficies que muestran la razón de su aparición en el momento en que ellas tienen ante nosotros, más retrasados en la evolución, la defensa indiscutible de su argumento.
- Verificar que su coreografía avanzada contiene su basamento plástico sin estar referenciado no sería un factor concluyente, sino que habría que deducir -encarnizada aspiración la nuestra- las múltiples significaciones de un juego de inteligencias, que ponen a prueba nuestra capacidad de mirar y analizar un desarrollo cerebral de ideas que tiene en la pintura su culminación e identidad.
- Estamos, pues, ante un trabajo que no nos da opciones que no sean lo visual y lo que se perpetra a través de su concepción configurada como apertura progresiva hacia un ser extendido y desplegado.
- La mañana suda una palabra,
- apesadumbrada desaparece,
- correteando dobla la esquina.
(José Lezama Lima).
- Desde las épocas griega y renacentista la maestría en el dibujo siempre nos ha asombrado por ser ese prodigio que emula a la vida en sus más ínfimos pormenores, tanto es así que nos penetra con el tacto, la mirada, la atmósfera, la presencia física, el pensamiento, hasta hacer que sea un espejismo visual con el que relacionarnos en toda forma y momento.
- Dentro de este ámbito la obra del colombiano CABALLERO es una culminación anatómica y apasionada, erótica y doliente, virtuosista en su enardecido éxtasis. Alumbra una liberación de la carne en el espíritu, que por sí sola es perfección si se la busca hasta la agonía.
- Su elocuencia, mientras esos torsos se debaten entre estiramientos, encogimientos, abrazos, tocamientos, desmayos, no se basa en una transgresión exhibicionista pura y dura, sino en la recuperación de un sino trascendental que se halla en la sensualidad y en su influjo sobre la condición de la que estamos hechos.
- Y de tratarse de un discurso efímero, sometido a la caducidad imperativa, ha pasado a ser memoria y celebración, y, por tanto, motivo de descubrimiento de esa finalidad del arte respecto a lo que forma parte de nuestra existencia y visión.
- A mi lado el otro cuerpo,
- al respirar, mantenía la visión
- pegada a la roca de la vaciedad esférica.
- Se fue reduciendo
- a un metal volante con los bordes
- asaltados por la brevedad
- de las llamas,
- a la evaporación de una pequeña
- taza de café matinal,
- a un cabello.
(José Lezama Lima).
- Adorno lo tenía muy claro: el criterio central es la fuerza de su expresión, gracias a cuya tensión las obras de arte, con un gesto sin palabras, se hacen elocuentes. Por su expresión las obras de arte aparecen como heridas sociales, la expresión es el fermento social de su autonomía.
- En la obra del francés CADIO la tensión puede ser tenebrosa y hasta nauseabunda, sospechosa de descubrir una realidad solitaria y agónica, que trata de contagiar a nuestra mirada de su propio horror.
- Sus tonos sombríos y fantasmagóricos no dan tregua, son testimonios vivos de un pensamiento pictórico que no puede huir de sí mismo, se enquista en él como paso previo a su vómito en la representación depositada en el soporte. Magnifica la impiedad enmascarada como senda de pago de una existencia que tiene que ser vista así. Ya habrá otros para vestirla con mejores prendas.
- Lo que encierra una verdad es que estamos ante la obra de un autor genuino, que no tiene deudas que contraer, al que le da igual que le busquemos referencias, la poética de sus creaciones tienen su hechura, su vigor y saber en la capacidad de barrenar lo que no es auténtico y de dejar el esqueleto de lo que lo es. Y nos estremece.
- Se asomaba para ver
- y veía siempre una interminable fluencia,
- pero no traicionó nunca las posibilidades de la mirada.
(José Lezama Lima).