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3 de mayo de 2012

ROBERT RIGSS (1896-1970) / SOMOS CONTEXTO Y FORMA

  • Un país que todavía sigue en construcción, una sociedad montada de aquí y de allá, apasionada, fervorosa, emprendedora, cruel y alucinada con el progreso, toma forma en la mente del creador.
  • Él, estadounidense RIGGS, no se deja engañar, establece unas estipulaciones plásticas dinámicas acordes con ese torbellino existencial, con esa noria de locura y determinación.  

  •  Dentro de ese realismo coral, las representaciones constituyen tanto las declaraciones de un testigo como las de un tasador de la crónica de esos años provisto de caligrafía propia y atribuible, cuya firma ha quedado patente.
  •  No hay una vertebración fomal que nos deslocalice -estamos en pleno en dadaísmos, surrealismos, expresionismos de todos los calibres, y lo que te rondaré morena-, pero sí un profundo sentimiento de lo que se está viviendo, de lo que está aconteciendo y la necesidad de expresarlo como símbolo y conocimiento, como territorio físico y humano en el que el artista hunde sus ojos y sus manos.  
  • De todos modos, es una pintura con huella, grabada a fuego y lanzada sin la constante referencia a una melancolía pendiente de celebrar.


  • Está usted olvidado y una llovizna va acompañando
  • el pisapapeles caído a tiempo en una espalda desgobernada.
  • (José Lezama Lima).

2 de mayo de 2012

EUGEN SCHÖNEBECK (1936) / CONFINAMIENTOS

  •  La modernidad sigue a la búsqueda de ausencias ignoradas que no encuentran el medio de hacerse visibles. Todavían quedan muchas a pesar de que las vanguardias hayan tratado de abarcarlas todas. Razón por la que también hay autores que chocan con ellas y ya no las abandonan. 
  •  Pero en esas iconografías no hay ningún tipo de reconciliación, los imaginarios no están para treguas ni recompensas. Así lo analiza y entiende el alemán SCHÖNEBECK hasta darle la vuelta, hasta desenterrar los cuerpos y las cruces y volver sobre ellas a reinterpretar el sacrificio con la piedad del horror. 
  •  Tantos desaparecidos vivos que están muertos según esos tonos y configuraciones tan espectrales nos evocan historias y espacios de retorno, de iras y saberes que a fuerza de perseguirlos no han convertido en mutaciones confinadas y aterrorizadas por su propia transparencia. ¡Quién dice que somos nosotros! 
  •  La fealdad en todos los órdenes es la condición de la belleza que sangra y duele, o su contraria, la que tortura y mata. Una dialéctica que a través de la imagen pone de manifiesto que lo trágico no se detiene, articula representación tras representación para dar cuenta de los valores que postula su visión plástica. 
  •  Si tales escrituras las tomamos como derrotas, las estamos legitimando como victorias no arrepentidas, que es lo que son, al fin y al cabo el escarnio es para tenerlo tan cerca que sea imposible olvidarlo. 
  • La rata pasea por el cordel su oído con un recado.
  • Un fuego suena en parábola y un ave cae;
  • el adolescente une en punta el final del fuego
  • con su chaqueta carmesí, en reflejos dos puntos finales
  •     tragicómicos.
(José Lezama Lima). 

30 de abril de 2012

GEORG SCHOLZ (1890-1945) / TODO HOMBRE ES LIBRE DE ENVILECERSE

  •  Lyotard se equivoca de pleno, y pido excusas por llevarle la contraria a este exclusivo autor,  cuando afirma que el ámbito de la pintura moderna es hacer ver que hay algo que se puede concebir y que en realidad no se puede ver ni hacer ver. Por el contrario, en ocasiones, la concepción se queda corta con respecto a la creación y plasmación, que van tan lejos que no somos capaces ni de seguirlas, ni siquiera de intuirlas.   
  •  Con el alemán de la Nueva Objetividad, SCHOLZ, que hasta este momento se me había despistado por mi culpa no por la de él, que quede claro, recuperamos ese esfuerzo por dar a luz entre guerras lo más "estético" de su tiempo, de su sociedad y de su historia.   
  •  Sus definiciones plásticas tienen aristas y ángulos que desmontan tópicos y convenciones axiológicas, envilecen las exclamaciones sagradas y profanas y nos invitan a devorarnos entre retrato y retrato, con una pausa para el coito con la "boterónoma". Anticipadamente podíamos dudar del uso de esos recursos, tanto cubistas, futuristas, como expresionistas o realistas, pero no de la solidez y angustia de sus resultados.     
  •  La pintura, en esta obra, se vislumbra con contenidos que no buscan ni encuentran pulcritud, ni desgranan ese prontuario de miradas intervenidas por la corrección de nuevos cánones. Como todos los componentes de ese movimiento, metabolizan una humanidad desmembrada que tiende al juego del horror, cuya retórica es la referida a los muertos que suman y se abonnn en la cuenta del debe. Y es así a pesar de que la gorda desnuda se impaciente por vernos todavía vestidos. 
  • Me escribe Humberto desde El Malecón que anda con un sapo atado de una soga por toda La Habana regateando latidos de hojalata para su corazón, pero siempre, aunque estuviesen fuera de uso, bruñidos y amulatados. Todo con tal de seguir pintando pancartas proletarias para paladares endeudados. 

28 de abril de 2012

SERGIO VACCHI (1925) COMPAÑÍAS QUE VIENEN DE VISITA

  •  No son formas ni misterios que se burlan, pero con ellas sentimos la daga del tiempo acabado y la escasez de ruidos, la oscuridad subiendo y rostros perdidos.
  •  ¿Qué somos sin esas apariciones que tienen tal precisión de moldes? Si se lo preguntamos al autor, el italiano VACCHI, quizás nos ofrezca una explicación sobre los problemas plásticos de una fantasía que siempre está al pie de la calle. 
  •  De preguntarnos a nosotros mismos, nos damos de cabeza con un anhelo camuflado, tratamos de expurgar esas realidades de nuestras vigilias y calibramos el flujo veleidoso de la mirada que proyectamos. 
  •  Por eso, no hay que exigir más duelos sofisticados a lo que es una obra cargada de alusiones, de visiones entre lo que son puntos conocidos de referencia y lo que son relatos orquestados desde una significación pictórica que no ahorra en fórmulas y contenidos. 
  • Justo la seriedad del agua arrebatada,
  • sus pasiones ganando recreo.
  • Su rumor nadando por el techo
  • de la mansión siniestra agujereada.
(José Lezama Lima).

26 de abril de 2012

MARU ORIOL (1965) / RUMORES CILÍNDRICOS

  • Sobre una superficie inmaculada se desborda el pensamiento y reacciona a través de un material noble, el mármol, tejido de circunvalaciones que quieren criptografiarse plásticamente, imprimiendo un carácter tan especulativo como empírico.

  • En esos periplos circundantes ellas se desenrollan hasta crear un sentido de la función sintáctica en el momento en que empieza a construirse a sí misma, evitando el peligro de lo ornamental diseñado, aséptico, despersonalizado.

  • Si como comenta Habermas, frente a la metáfora de la línea recta, con la que se suele presentar la modernidad, lo posmoderno se autorrepresenta como una retícula que entrelaza actitudes o estrategias formales dispares, tal sería cierto en esta ocasión y obra si no fuese una temeridad de simplicidad.

  • Pues en el caso de la española ORIOL los valores formales configuran, sin ínfulas eclecticistas, un espacio de recorridos interiores múltiples, tantos como anfractuosidades, señuelos, curvaturas, nudos, ocultan la obviedad de una tropología que es poso, colgadura, trampa, rito y símbolo.

  • La mirada es libre de seguir las revueltas, confrontar suavidades y ligerezas, sintetizar los rumores de los flujos internos, el desenvolvimiento de unos simulados seres que se enroscan para protegerse y petrificarse.

  • Ante estos cuerpos ambivalentes, producto de unas emociones que se plasman cuando las larvas o anfibios llegan a ser formas del vivir, nos queda la presunción de inocencia y la idea de culpabilidad, porque las connotaciones de entendimiento anexas no quieren saber de la verdad que se desnuda, sino de la que se viste y es operada como condición metamórfica. Y así, poco a poco, contemplamos una potencialidad transformadora y conductora que se ha hecho maleable por una buena causa. Apuntémonos a ella, pues, pero sin espíritu de contrición.


Aún sin existir el marfil dignifica
el cansancio como los cuadrados negros
de un cielo ligero.
(José Lezama Lima).             

21 de abril de 2012

AISAR JALIL (1953) / LA ISLA ESTÁ MUDANDO DE CIELO

  • Al cubano JALIL, como a Chagall, le encienden los itinerarios voladores, aunque los suyos estén referidos a un fértil imaginario insular y caribeño.

  • Pinta lo que extasía de un fenómeno fabulador hasta que las imágenes se convierten en el obligatorio producto de su trabajo.

19 de abril de 2012

CÁNDIDO MONGE / GENERAR UN SILENCIO DE HIERRO

  •  CÁNDIDO ha salido de su cueva, en la que mantiene unas relaciones con sus criaturas que no son manifestas, ni siquiera suficientemente perceptibles, sino casi siempre interiores, recónditas, encubiertas. Se desarrollan en la clandestinidad, mediante un juego de claves secretas. Aunque se confiese antes y después, la fragua sigue con la mente despierta.  
  •  Esta nueva exposición, que es poco menos que una retrospectiva, en Paracuellos del Jarama, su lugar de residencia, es la ocasión, su ocasión, de brindar por una manera de encarar la forma de la materia, el hierro, su ocupación en el espacio, su fuente inagotable de experiencias e itinerancias. Las aportaciones lingüístico-formales son propias de todo artista que se precie como tal, y él es uno de ellos, porque sabe de silencios, escalas y medidas.  
  •  Y la ocasión, repito,  de dar contornos, nitidez, plasticidad y estructuras al hierro, del que es al mismo tiempo legítimo acreedor y deudor. Sus construcciones tienen un evidente carácter experimental mas sin desmentir la conciencia de estilo, basado en una rúbrica inequívoca de economía de formas, integración, factura y acabado; constructivismo, pues, desde una raíz figurativa, que no llega a apagarse del todo, desde una comprensión arquitéctónica que vehicula planos y elevaciones, y un simbolismo que nace más allá de la materia. 
  •  Bajo calidades y cualidades intrínsecas late lo volátil, lo aéreo,  la filigrana alada, las direcciones del horizonte en el viento, o el espesor, lo compacto, el volumen de lo recio de connotaciones norteñas, que está radicado en capas de significaciones geológicas. No hay ambiguedades ni indefiniciones, ni fragmentariedad, ni siquiera arbitrariedad y contradicción. Únicamente se constata la profundidad de lo pensado, de la idea de campo y realización, del juego conforme a la dimensión deseada del objeto y su proceso, porque el signo deviene en un encuentro.   
  •  Ya he hablado de MONGE en este blog y he señalado que tiene la fe del hombre que mastica el hierro, de su fértil imaginario, del llamamiento que hace a la mirada para que se de bruces con la plataforma de señales que constituye cada pieza, el conjunto de ellas, el armazón de su destino, dándonos así la oportunidad de permitirnos concurrir a la percepción de raciocinios téctonicos forjados por la pasión visionaria de un quehacer que se anuda al tiempo, a la época, a la realidad férrea de lo moldeado según su misma mutación.
  • Una obra que requiere mayor atención dada su modernidad y la constancia de unos valores estéticos que no necesitan escupir vómitos posmodernistas que rayan con la estupidez. Aunque también se me puede achacar el no respetar, como dice Miguel Fernández-Cid refiriéndose a la pintura, que hablar de escultura es traicionar un principio elemental, el silencio, que es lo que mejor acompaña.   

UMBRALES INCIERTOS